Ayer mismo te lo adelantábamos en un vídeo a modo de «footage» tomado en este mismo stand, pero… está claro que queremos verlo con tranquilidad, y para eso qué mejor que un buen set de fotografías oficiales. En el mismo amarillo y combinado con gran cantidad de fibra de carbono en la carrocería, llega el McLaren P1 en su debut mundial durante la apertura del Salón del Automóvil de Ginebra. ¿Qué más podemos pedir?
Como seguramente sabrás, el P1 está catalogado como el principal rival a batir en la liga de los superexóticos. Un rival muy duro que a diferencia de otros como el Ferrari F150, optará por algo menos de potencia junto a un peso más reducido y una aerodinámica que, sencillamente, no deja posibilidad alguna a la crítica. Plano como un folio, a excepción de un gigante alerón trasero que parece salido de una competición de LeMans o de la GT3.
Bajo la ligera carrocería los de Woking instalan el 3.8 litros V8 Twin Turbo, derivado del que porta el MP4-12C pero transformado en todos los aspectos para desarrollar en conjunto con un motor eléctrico, 903 caballos de potencia a las ruedas traseras. Las prestaciones que se arrojan a la luz no son para tomar en broma: menos de 3 segundos en su aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora, alcanza los 200 km/h desde parado en menos de 7 segundos… y los 300 km/h los consigue en menos de 17 segundos. Más de diez segundos menos -valga la redundancia- que su antecesor, el McLaren F1.
Fotografías: Autoblog
