El Salón del Automóvil de Múnich 2025 se ha convertido en el gran escaparate de la ofensiva europea de BYD, y esta vez con anuncios de enorme calado para el Viejo Continente. La firma china ha confirmado que el Dolphin Surf será el primer coche eléctrico de la marca en fabricarse en Europa, concretamente en su nueva planta de Szeged, Hungría, que entrará en funcionamiento a finales de este año. Un movimiento estratégico que no solo permitirá a BYD responder con rapidez a la demanda regional y esquivar los aranceles europeos, sino que además refuerza la imagen de cercanía al consumidor local.
El Dolphin Surf, que ya destaca como uno de los eléctricos más vendidos en España, ha sido el modelo elegido para abrir esta etapa. Sus cifras lo respaldan: en agosto fue el tercer eléctrico con más matriculaciones en nuestro país, impulsado por su formato urbano y un precio muy competitivo. Con apenas cuatro metros de longitud, este compacto se ofrece en tres variantes. La versión Active, con 87 CV y 220 kilómetros de autonomía, parte desde 11.780 euros aplicando ayudas y descuentos. El acabado Boost, con 156 CV y 322 kilómetros de alcance, se sitúa en 15.780 euros, mientras que el Comfort ofrece la misma potencia pero con 310 kilómetros de autonomía, arrancando en 18.280 euros. Una gama que lo convierte en una opción difícil de batir dentro del segmento de acceso al vehículo eléctrico.
Pero BYD no solo ha puesto el foco en Hungría y su modelo urbano estrella. En Múnich también ha levantado el telón del nuevo Seal 6 DM-I, su segunda apuesta híbrida enchufable en Europa, disponible tanto en versión sedán como familiar. Con unas dimensiones de 4,84 metros y autonomías combinadas que superan los 1.300 kilómetros, promete ser un rival a tener muy en cuenta en el competitivo segmento de las berlinas electrificadas. Además, ha logrado la máxima puntuación en las pruebas Euro NCAP, un detalle que subraya la intención de la marca de ganarse la confianza de los conductores europeos también en materia de seguridad.
Otra de las grandes sorpresas ha sido la confirmación de que la tecnología Flash Charging, capaz de ofrecer cargas de hasta 1 MW y recuperar 400 kilómetros de autonomía en apenas cinco minutos, llegará antes de lo previsto. BYD planea desplegar entre 200 y 300 estaciones ultrarrápidas en el continente a partir del segundo trimestre de 2026, impulsando así la infraestructura necesaria para popularizar sus eléctricos. A ello se suma el lanzamiento del programa BYD Certified, una iniciativa para el mercado de ocasión que incluye una exhaustiva revisión de 179 puntos, garantías ampliadas y servicios de conectividad, mejorando la confianza y el valor de reventa de sus modelos.
La marca prevé superar los 1.000 concesionarios en 2025 y duplicar esa cifra en 2026, consolidando una red impensable hace apenas dos años.