Conducir un coche eléctrico supone un ahorro medio de 682 euros al año frente a uno diésel

Conducir un coche eléctrico en España supone un importante ahorro en el bolsillo frente a un vehículo de combustión. El gasto medio anual de un vehículo cero emisiones en España es 682 euros más barato que uno que usa diésel para conducir, según un análisis realizado por Roams, plataforma digital que ayuda al consumidor a optimizar gastos del hogar. La diferencia porcentual asciende al 63,9%, mientras que frente a un coche de gasolina, la brecha es aún mayor: 759 euros menos al año, lo que representa un 66,3% de ahorro

Los cálculos se han realizado tomando como referencia los costes medios anuales: 385,87 euros en el caso del coche eléctrico, frente a 1.068,15 euros en uno diésel y 1.145,03 euros en uno de gasolina. En el caso del vehículo eléctrico, el dato es homogéneo en todo el territorio nacional, mientras que en el caso de los carburantes, existen diferencias significativas entre comunidades, que alcanzan los 311 euros en el diésel entre la provincia más barata (Melilla) y la más cara (Bilbao). Y en el caso de la gasolina, llega casi a los 600 euros de diferencia. Aquí vuelve a ser Melilla, la ciudad donde resulta más económico rellenar el depósito frente a Las Palmas de Gran Canaria, que se sitúa como la más elevada a nivel nacional. “El coche eléctrico sigue siendo el más eficiente desde el punto de vista del consumo, con un gasto anual muy por debajo del de un coche con combustible fósil, ya sea diésel o gasolina. Esto se explica, sobre todo, por la diferencia en el precio de la energía y por el propio rendimiento del motor eléctrico, que convierte en movimiento un mayor porcentaje de la energía que utiliza”, señala Sergio Soto, experto en energía de Roams. 

Este menor gasto se explica principalmente por tres factores: el coste por kilovatio hora (kWh) sigue siendo inferior al del litro de combustible, incluso con tarifas eléctricas variables; la eficiencia energética de un coche eléctrico es muy superior: un motor eléctrico convierte más del 80% de la energía en movimiento, mientras que uno de combustión apenas llega al 30%; y el mantenimiento también es más barato

En un contexto de inflación y encarecimiento del coste de vida, el vehículo eléctrico no solo supone una ventaja medioambiental, sino también un alivio económico considerable”, mantiene Soto. “Especialmente para quienes recorren muchos kilómetros al año, el ahorro en energía compensa sobradamente la inversión inicial del vehículo eléctrico y del cargador doméstico”, concluye.

 

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