Dentro de muy poco Fisker Automotive dará que hablar

cuando todos hablábamos maravillas del Karma, principal estrella de la marca norteamericana y que no ha terminado de cuajar en ningún momento. ¿El motivo principal? Marcas como Tesla Motors, que han aplastado con unas tecnologías mucho más punteras, eficientes y rotundas.

No obstante aún queda mucho por ver, más aún después de que Fisker sea ahora propiedad de Lu Guanqiu, empresario mil millonario y que en recientes declaraciones, ha dejado muy claras las expectativas que tienen tanto él como todo su equipo respecto a Fisker Automotive. Van a darlo absolutamente todo, hasta el punto de llegar a gastar el último dólar americano en la fábrica de Fisker si fuese necesario. ¿Qué es lo que deberíamos esperar, pues?

El camino será largo, pero el futuro es interesante

Guanqiu ha declarado que el proyecto de Fisker Automotive es y será un camino muy largo, que lo recorrerá tanto él, como su hijo y su nieto… y así sucesivamente. Viniendo de una empresa asiática que fabrica autobuses eléctricos, el proyecto pasa por desarrollar al cien por cien las capacidades que puede ofrecer un coche eléctrico, dejando en un segundo plano a propuestas de híbridos. Como tal, lo lógico es imaginar que en cuanto la cadena de montaje esté a punto y se hayan invertido diversos millones en investigaciones, el Karma y también el Surf cambiarán de filosofía y aspecto por completo.

Debo recalcar que sí habrá cambios, y muchos. Por ejemplo, tratarán será el portentoso peso neto del Karma, nada más y nada menos que casi 2.300 kilos, que esto a su vez se traduce en una aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora en algo menos de 8 segundos con el modo Stealth Drive activado, que no utiliza el motor de combustión interna. Hasta llegar a la altura del Tesla Model S o del Model X, tienen un camino muy largo… pero no imposible.

Vía: Autoblog Green

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