Tras una expectación que ha durado casi dos años, con innumerables avistamientos de prototipos camuflados, el misterio que envolvía al nuevo BMW M2 CS por fin se ha disipado, revelando una máquina de agresividad pura y cifras de rendimiento que superan las predicciones más optimistas. El nuevo rostro de la deportividad compacta de Múnich llega con una carta de presentación imponente: su motor S58 mejorado entrega nada menos que 530 CV y 650 Nm de par, cifras idénticas a las del M3/M4 Competition xDrive, pero con la crucial diferencia de que el M2 CS canaliza toda esta furia exclusivamente al eje trasero. Esta configuración garantiza una experiencia de conducción visceral, con una aceleración de 0 a 100 km/h en tan solo 3,8 segundos, pudiendo incluso bajar a 3,5 segundos con la función de «1-foot rollout». El velocímetro no se detiene hasta alcanzar los 200 km/h en 11,7 segundos, y la velocidad máxima se sitúa en unos impresionantes 302 km/h, limitada electrónicamente. La respuesta del acelerador también ha sido revisada para ofrecer una conexión aún más directa y sensible.
Una decisión que podría generar debate entre los más puristas es la elección de la transmisión: el nuevo M2 CS estará disponible únicamente con la caja automática M Steptronic de ocho velocidades con Drivelogic. Aunque técnicamente comprensible dada la ingente cantidad de par motor, la ausencia de una opción manual contrasta con el éxito de su predecesor, el F87 M2 CS, donde la caja manual representó una parte significativa de las ventas. Siguiendo la filosofía CS, la reducción de peso ha sido un pilar fundamental en su desarrollo, logrando rebajar 30 kg respecto al M2 estándar gracias al uso extensivo de plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP) en elementos como el techo, el capó, el difusor trasero y un característico portón trasero con un spoiler tipo «cola de pato» integrado. Este enfoque no solo mejora la agilidad, sino que acentúa su presencia visual, complementada por llantas forjadas de 19 pulgadas delante y 20 detrás, a menudo en un llamativo color bronce dorado mate.
El apartado sonoro no se ha descuidado, con un escape específico de cuatro salidas en negro mate de serie, y la opción de un sistema M Performance de titanio y carbono que promete una banda sonora «altamente emocional, inspirada en la competición». El chasis ha recibido una puesta a punto específica, con una altura rebajada en 8 mm, suspensiones más firmes y controles electrónicos recalibrados para un comportamiento óptimo en circuito, incluyendo el DSC y el modo M Dynamic. Los frenos M Compound son de serie, con la opción de unos potentes carbocerámicos. En el interior, la atmósfera de competición continúa con asientos tipo baquet de carbono, consola central en CFRP y un volante deportivo en Alcantara. Este compendio de radicalidad y exclusividad, con una producción limitada, tiene un precio en España que arranca en los 141.100 euros, y su llegada al mercado está prevista para finales del verano de 2025, posicionándose como la quintaesencia del M2 actual.