Renault prepara una importante evolución técnica para sus modelos eléctricos estrella, los Renault 5 y Renault 4. A partir de 2027, ambos coches recibirán una nueva batería y un motor más eficiente que les permitirá superar la barrera de los 500 kilómetros de autonomía WLTP, un salto clave para reforzar su polivalencia en viajes largos.
La estrategia de la marca se desplegará en dos fases. Primero, en 2026, las versiones de acceso con batería de 40 kWh cambiarán su actual química NCM por una de tipo LFP (litio-ferrofosfato), buscando reducir costes de producción en un 20% y mantener precios competitivos. Un año más tarde, en 2027, llegará la actualización principal para las variantes superiores, denominadas «Autonomía Confort», que actualmente montan una batería de 52 kWh y homologan 410 km.
El corazón de esta mejora será un nuevo paquete de baterías NCM de 56 kWh de capacidad. Este componente, que seguirá siendo fabricado por AESC en la planta francesa de Douai, logrará una mayor densidad energética gracias a una evolución en su química interna, permitiendo almacenar más energía en un espacio similar. Este incremento de 4 kWh es solo una parte de la ecuación para ganar casi 100 kilómetros de rango.
La otra pieza fundamental será la introducción del motor eléctrico 6AK Evo. Esta evolución del actual propulsor síncrono de rotor bobinado, que prescinde de tierras raras, atacará directamente su principal debilidad: la eficiencia. Incorporará un nuevo rotor, carcasas optimizadas y, sobre todo, un conjunto de bobinado y estátor con tecnología Hairpin. Este diseño de horquilla compacta el cobre para mejorar el rendimiento y reducir el consumo energético, una solución que ya utiliza su competidor Stellantis.
