Volkswagen cierra un ciclo de 24 años y despide al Touareg en su forma de combustión con una edición especial que estará disponible hasta finales de marzo de 2026. La marca no descarta el regreso del nombre, pero esta vez sobre una plataforma eléctrica que podría llegar hacia 2029.
La Final Edition no se presenta como acabado único, sino como un paquete aplicable a toda la gama, desde la versión base hasta el R Hybrid. Cada unidad luce el distintivo «Final Edition» grabado con láser en los marcos de las ventanillas traseras, un detalle que se replica en los umbrales de las puertas con iluminación y, según el acabado, en la palanca de cambios forrada en cuero. La intervención es sobria, sin estridencias, y mantiene el carácter premium que ha definido siempre a este modelo.
El equipamiento de partida incluye asientos confort ajustables en 18 posiciones con calefacción, pantalla Curved Display para el sistema de infoentretenimiento, llantas de aleación de 18 pulgadas y un completo paquete de asistencias a la conducción. El acabado Elegance suma faros LED de matriz IQ.Light, pilotos traseros 3D, iluminación ambiental multicolor, detalles de aluminio cepillado o madera noble en el habitáculo y salidas de escape cromadas.
La versión R-Line vira hacia un enfoque deportivo en diseño y configuración de asientos, mientras que el Touareg R Hybrid concentra lo mejor de la gama: llantas de 22 pulgadas con pinzas de freno azules y el sistema de propulsión más potente de la familia. Este híbrido enchufable entrega 462 CV (340 kW) y 700 Nm de par combinando motor de combustión y unidad eléctrica. En Alemania, los precios arrancan en 75.025 euros y alcanzan los 103.005 euros para esta variante tope de gama.
El Touareg ha vendido más de 1,2 millones de unidades desde su debut en 2002: 471.000 de la primera generación (2002-2009), 483.000 de la segunda (2010-2018) y 265.000 de la tercera (2018-2026). Comparte plataforma con el Audi Q7 y Q8, Porsche Cayenne, Bentley Bentayga y Lamborghini Urus, aunque nunca logró igualar su demanda. Entre sus hitos figuran la victoria en el DARPA Grand Challenge de 2005 con un prototipo autónomo, tres triunfos consecutivos en el Dakar (2009-2011) y el récord de remolcar un Boeing 747 de 155 toneladas en 2006.
Volkswagen menciona expresamente en su comunicado el final del «modelo de combustión», lo que deja la puerta abierta a un ID. Touareg sobre la nueva arquitectura SSP. Sería el buque insignia eléctrico de la marca, diferenciado del Cayenne Electric de Porsche, que llegará en 2026 con plataforma PPE. El movimiento encaja en la estrategia de recuperar nombres clásicos para la era eléctrica de la firma, iniciada ya con el ID.Polo previsto para el próximo año.