Al igual que sus competidores más directos, Mercedes-Benz no puede seguir con motores tan grandes, y en este caso no sólo por las emisiones y los costes de desarrollo, sino por un aspecto bastante interesante: el espacio físico.
Son suficientes argumentos para convencer a los ingenieros de, en un futuro próximo, comenzar a desbancar los propulsores más tradicionales de la marca, los V12, hasta dentro de mucho, mucho tiempo. Si es que algún día vuelven a fabricarse, claro está.
En su lugar, veremos los más eficientes y pequeños V8 Twin-Turbo, los cuales últimamente se están poniendo de moda en los segmentos de alto nivel. Con una potencia fácilmente igualable y unas emisiones y consumos inferiores, lo único extraño es que Mercedes no haya hecho el cambio antes.
Vía: Autoblog
