Definitivamente, Porsche ha cancelado los planes del Roxster. No era algo que se viniese venir, pero desde luego es un movimiento lógico por parte de los de Stuttgart, y si lo pensamos, tiene gran parte de lógica.
La cuestión es que la nueva generación del Cayenne no va a ser más grande sino todo lo contrario: va a reducir su tamaño. Va a ser más eficiente y también más deportivo, se va a adaptar al mercado, y por ello mismo no puede permitirse tener un rival en su misma casa, como le está pasando al Audi Q7 frente al Q5.
Si ambos llegasen al mercado, el Roxster le acabaría quitando mucho protagonismo al Cayenne, y es que todos acabaríamos eligiendo el hermano pequeño, por su eficiencia, agilidad, y mismas capacidades offroad, ¿no? Por ello mismo, tenemos la decisión que tenemos sobre la mesa.
Vía: CAR
