Prueba Subaru Outback 2.0 Bóxer Diésel (parte 1)

Tras desprendernos de nuestro adorable Peugeot RCZ 1.6 THP de 200 caballos (parte 1, parte 2) hemos tenido la oportunidad y sobre todo la suerte de que Subaru nos prestase un vehículo único, un Subaru Outback 2.0 Bóxer Diésel con el que hemos tenido la oportunidad de ver el buen camino que Subaru ha tomado en cuanto a calidad general en sus últimos vehículos.

Antes de nada hemos de comentar que ni mucho menos puedes esperar ver en este Subaru Outback un vehículo con prestaciones similares a las que puede ofrecernos el Subaru WRX. Aun así, personalmente me parecía más que curioso el tener la oportunidad de contemplar y sobre todo probar las prestaciones que puede ofrecerte un bloque bóxer diésel.

Sin lugar a dudas un vehículo muy pasional del que intentaré contarte todas sus peculiaridades y sobre todo sus defectos, algo que te vendrá muy bien tener en cuenta a la hora de decidirte por este vehículo, sin lugar a dudas, al menos para mi gusto, uno de los más interesantes de su segmento.

Prueba Subaru Outback 2.0 Bóxer Diésel (parte 1)

Estética

En cuanto a la estética, tal y como puedes ver, poco o nada tiene que ver este vehículo con su antecesor, ni en las dimensiones se parece ya que en esta versión por ejemplo su longitud ha crecido en 8 cm mientras que elementos como las puertas o el techo solar se presentan mucho más convencionales. Por ejemplo las puertas recuperan el marco y el techo solar en esta ocasión vuelve a presentarse con un tamaño mucho más habitual que en la anterior versión donde podrías disfrutar de un verdadero techo panorámico.

Dejando de lado estas ??tonterías? con la versión 2010 de este modelo (la que estamos probando) Subaru ha conseguido un salto de calidad muy al gusto europeo gracias a una estética muy atractiva en la que cambios por ejemplo en ópticas delanteras y traseras y sobre todo líneas mucho más suaves otorgan a este familiar un aspecto mucho más elegante, siempre comparándolo con su antecesor

Quizás un detalle muy a tener en cuenta son las llantas de aleación, en esta ocasión incluidas de serie en 17 pulgadas, que pueden parecer pequeñas debido a una carrocería tan voluminosa así como a la elevada altura de la carrocería respecto al suelo. Aun así, no podemos dejar de pensar que estamos ante unas 17 pulgadas y, aunque podamos llegar a pensar que son ??pequeñas? si razonamos como debemos y pensamos en el espíritu todocamino de este vehículo una medida más grande quizás sería una estupidez.

Si por último nos fijamos en la trasera del Subaru Outback vuelve a llamarnos mucho la atención los enormes faros posteriores, parte de los mismos insertados en el enorme portón trasero, un portón que una vez lo abrimos nos ofrece una boca de carga muy baja, toda una ventaja a la hora de cargar bultos pesados. Quizás en este punto se eche en falta algún tipo de sistema de apertura y cierre automático del portón, sistema que no se ofrece ni como opción.

Prueba Subaru Outback 2.0 Bóxer Diésel (parte 1)

Diseño Interior

Una vez dejamos de darle vueltas al coche admirando su peculiar estética toca el turno de abrir la puerta y ponernos al volante de un vehículo que, donde más puede agradarte es precisamente tras ponerte ante sus mandos y verte rodeado de una calidad que, sinceramente, no me esperaba.

Concretamente tenemos que mencionar algo tan simple como que estamos ante la versión Limited (2.000 euros sobre la versión base Premium), versión que ya incorpora elementos tan interesantes como el ya mencionado techo solar o tapicería en cuero. En nuestra unidad el tapizado se presenta en cuero de color negro que contrasta drásticamente con los embellecedores en aluminio cepillado presente en los radios del volante o consola central.

Una vez nos ponemos al volante nos damos cuenta de lo fácil que es coger unas postura más que correcta y cómoda, sobre todo gracias a elementos como un volante ajustable en altura y en profundidad o un asiento para el conductor lleno de ajustes eléctricos de todo tipo. Digo para el conductor ya que el pasajero, aunque con multitud de reglajes, deberá conformarse con los típicos ajustes manuales, algo que contrata mucho con el asiento de tu acompañante.

En cuanto a las plazas traseras, al igual que en las delanteras y gracias a una altura más que considerable, ninguno de los pasajeros tendrá problemas para viajar cómodamente por muy alto que sea. Me ha parecido realmente interesante algo tan simple como la posibilidad de regular la inclinación del respaldo en los asientos posteriores, algo que seguro agradecerán los pasajeros que viajen en estas plazas.

Prueba Subaru Outback 2.0 Bóxer Diésel (parte 1)

Algo que me ha llamado especialmente la atención ha sido algo tan simple como la ausencia de botones en la consola central, algo que sinceramente nos simplifica mucho la vida y que contrasta mucho con la filosofía del coche que acabamos de dejar, o la enorme cantidad de pequeñas guanteras donde dejar innumerable cantidad de objetos, algo, por otro lado, muy común en esta clase de vehículos.

Precisamente llegados a este punto tenemos que detenernos en ciertos aspectos que me han llamado la atención, aspectos como la carcasa símil a aluminio presente en la consola central o los plásticos duros empleados en la parte superior del salpicadero. Aquí podríamos pedir algún tipo de material mullido, aun así, presentan una textura más que correcta y un aspecto muy agradable, no es lo que esperábamos pero sinceramente no podemos quejarnos en absoluto.

Dejamos de lado la calidad del interior, más que agradable y correcta y nos centramos en todos esos detallitos que pueden hacer que un coche nos guste o que lleguemos incluso a detestarlo. En este sentido es obligatorio hablar de la iluminación del tacómetro, una iluminación muy atractiva donde quizás lo que más desentone sea la pequeña pantalla informativa situada en el centro, por mucho que, aunque no sea automático, nos informe de la marcha que en ese momento llevamos engranada.

Prueba Subaru Outback 2.0 Bóxer Diésel (parte 1)

Sinceramente la calidad que desprende el Subaru Outback en su habitáculo es más que sobresaliente, sobre todo la inmensa cantidad de huecos donde poder dejar las cosas, desde huecos donde dejar tu móvil hasta uno específicamente diseñado para poder dejar con seguridad tus gafas de sol, realmente curiosa la atención que Subaru ha puesto en este sentido.

Por último, en esta primera parte de la prueba no podemos dejar de hablar de la enorme capacidad de su maletero, espacio que si por algo destaca es precisamente por una enorme capacidad de 506 litros que puede aumentar hasta unos inmensos 1.726 litros si nos atrevemos a abatir los asientos posteriores. Esto, unido a un inmenso portón y a una boca de carga muy baja, quizás sea una de las partes más interesantes de este vehículo.

Enlaces: Prueba Subaru Outback 2.0 Bóxer Diésel (parte 2)
Fotos: SMJ

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