Según un informe reciente publicado por Chevrolet, aproximadamente un 40% de los clientes que han adquirido un Corvette Stingray han escogido la caja de cambios manual. Este dato no deja de ser curioso, teniendo en cuenta que el principal mercado para este modelo es el norteamericano, donde las cajas de cambio automáticas están mucho más arraigadas que en el viejo continente.
Las opciones disponibles para el Corvette son una caja de cambios manual de siete relaciones, y otra automática de seis, éste última con levas en el volante. A partir del año que viene, la marca ofrecerá un nuevo cambio automático de ocho relaciones, que promete transiciones entre marchas ocho centésimas de segundo más rápido que la de doble embrague del Porsche 911.
El paquete deportivo también muy solicitado
Además de lo anterior, más de la mitad de los compradores del Corvette, -el 55%-, solicita el paquete de rendimiento Z51, que por algo más de 3000 euros incluye mejoras como un diferencial de deslizamiento limitado electrónico, amortiguadores mejorados, frenos de mayor diámetro y un kit aerodinámico deportivo.
Cabe la posibilidad de que el Corvette esté absorbiendo las ventas de deportivos a los incondicionales del cambio manual, debido a que cada vez son más los vehículos de esas características que ofrecen el cambio automático como única opción, por ser éste el que mejores resultados da en pista, pero dejando de lado las sensaciones que algunos sólo encuentran en las cajas de cambio manuales.
