Desde sus inicios, la configuración del Smart ForTwo ha destacado siempre por la peculiaridad de su disposición: propulsión trasera, motor trasero, ausencia de dirección asistida -al menos de serie- y encima biplaza. Una configuración bastante atípica en modelos convencionales que podamos ver por la calle, y más bien propia de deportivos y superdeportivos.
Eso no lo convierte al ForTwo en un deportivo como tal, empezando por las limitaciones propias de potencia de su motor de tres cilindros o la corta distancia entre ejes. Pero sí que supone una buena base sobre la que poder trabajar y lanzar un derivado de roadster biplaza, que aprovechando estas características mencionadas y llevándolas más al límite, poder hacer un producto alejado de los estereotipos marcados por la industria, y primar el peso contenido, el tacto y sobre todo, la diversión al volante.
Con esta premisa, llegó al mercado en 2003 el Smart Roadster y Roadster Coupé, que sólo estuvieron a la venta durante dos años (2003-2005) y se comercializaron 43.091 unidades. No es difícil deducir con estas cifras sobre la mesa, que no resultó un producto especialmente rentable para la marca.
No habrá Roadster, pero sí b-SUV
Y con la nueva generación del ForTwo y ForFour recién presentada, hemos podido conocer de la mano del CEO de Smart en conversaciones con la revista What Car?, Annette Winkler, que no habrá una resurrección del Roadster. El motivo es claro: es un coche que demanda mucha gente a la marca, pero pocos estarían dispuestos a pagar el precio que costaría, teniendo en cuenta las limitaciones que ofrecería al ser un coche principalmente pensado para disfrutar y ser ligero.
Por otra parte, debido al auge de los b-SUV y precedido por los éxitos del Peugeot 2008 o Renault Captur, estarían preparando un modelo de estas características sobre la base ya conocida, aunque por el momento no hay una fecha clara de llegada al mercado.
