El CES Asia 2015 celebrado en Shangái ha sido la plataforma elegida por parte de Audi para la presentación de un prototipo que agrupa dos tecnologías radicalmente opuestas sobre la base del R8: la conducción autónoma y la alimentación eléctrica.
Para ello, toma como base el R8 e-tron 2015, un modelo 100% eléctrico con una potencia de 462 CV y 920 Nm de par que es capaz de realizar el 0-100 km/h en 3,9 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h. Lo más interesante es que su batería pasa de 49 kWh a 92 kWh, doblando de esta forma la autonomía del prototipo R8 e-tron inicial y pasando desde los 215 km hasta los 450 km.
El paquete de baterías está instalado en el túnel central, de forma que logra mejorar el reparto de pesos y además reducir el centro de gravedad. Pero aún más interesante si cabe es la conducción autónoma que implementa, que ya la hemos visto en otros modelos de la firma, incluso batir tiempos en circuito, pero hasta la fecha no en un modelo de un corte tan deportivo como el R8.
Esta tecnología es capaz de funcionar gracias a un compendio de sensores, un nuevo escáner láser, cámaras de vídeo, sensores de radar así como sensores ultrasónicos, para que finalmente, la unidad de control zFAS genere un escenario del entorno del vehículo y pueda de esta forma automatizar muchas de las maniobras de conducción habituales siempre a petición del conductor. Esto, sin embargo, es un preludio de lo que está por llegar en cuestión de un par de años a la gama de Audi.
