Desde que llegó el Honda CR-Z al mercado, los fans de la marca han soñado constantemente con que saliera una variante dotada del motor del Civic Type R, el afamado K20. Y pese a que Honda afirmó de forma oficial que no veríamos algo así por falta de espacio en el vano motor pese a que sí que hemos visto algún que otro preparador que ha logrado meterlo en el vano y dejarlo plenamente funcional, la marca nipona no negó en ningún momento la existencia en el futuro de variantes más potentes.
Y es que si en algo coinciden todos aquellos que lo han probado (entre los que me incluyo), es que el chasis está muy por encima del motor, y que podría digerir perfectamente bastantes más caballos sin ningún tipo de problema. Y es que no hay que dejarse engañar por la potencia del CR-Z ni su sistema híbrido, puesto que gracias a su excelente puesta a punto del chasis y tacto, lo hacen un coche muy interesante en trazados revirados.
La insistencia de los fans del modelo en versiones más potentes, unido a que el modelo está perdiendo fuelle comercial en su país natal, estarían haciendo que Honda se replanteara versiones más potentes. Concretamente, un 1.6 dotado con turbo que podría tener entre 160 y 200 CV.
Sí, has leído bien, turbo. Algo poco común en Honda y prácticamente inaudito en versiones deportivas. Por ello, no es del todo seguro que veamos el apellido Type R bajo una motorización de estas características para que los más puritanos de la marca no pongan el grito en el cielo.
Vía: Autocar
