Si nos lees con asiduidad, sabrás perfectamente que el Mercedes SLC es un proyecto de tremenda envergadura. En MotorAdictos hemos recalcado desde hace más de un año que este proyecto está destinado a ser un pilar básico en la gama de AMG Performance. Pasando aún desapercibido entre muchos medios, debemos tenerlo muy claro… no puede pasarse por alto. En absoluto.
En el mes de mayo lanzábamos una posible teoría: ¿es el sucesor del SLS AMG Gullwing? Por fechas de ambos proyectos (lanzamiento y sucesión) las coincidencias son altas. Yendo más allá, revisando diversas fuentes en las que se apunta que el SLC más rápido y potente tendrá más potencia que el actual SLS AMG Gullwing, estándar, esta teoría cobra más y más fuerza. ¿Es el destino?
Mercedes SLC: coupé deportivo y versátil
En esta ilustración podemos apreciar perfectamente qué tipo de coche veremos en la calle dentro de no muchos años. La firma alemana apostará por un coupé de tamaño medio-alto con un motor que con toda seguridad, estará colocado de manera central-delantero. Esto permitirá al coche tener un aspecto pleno de GT. Desde el primer momento, Mercedes-Benz apostará por unas dimensiones más reducidas que las del alas de Gaviota, sobre todo en el frontal, en búsqueda de un diseño más homogéneo y menos «radical».
Un punto interesante y que a priori podemos pasar por alto, es el hecho de que el Mercedes SLC tendrá un concepto bien diferente al del SLS AMG Gullwing. AMG Performance inclinará la balanza desde un primer momento a rivalizar con el Porsche 911, Audi R8, McLaren MP4-12C… y para ello, la agresividad en el comportamiento, una variedad de motores (o de potencia) amplia y sobre todo mucho carácter, serán piezas clave para que este coche sea un éxito.
No olvidemos que el SLS AMG Gullwing tiene un concepto diferente, mucho más de gran GT, que en parte nos recuerda al destino del Mercedes SL. Con las alas de gaviota como gran atractivo y una potencia tremenda, Mercedes-Benz lo ha situado como una alternativa «más lujosa» y «no menos deportiva» de cara a otros coches como el 911 Turbo, el Ferrari 458 Italia… pero este concepto, no ha brillado del todo. Su éxito, eso sí, ha sido muchísimo mayor que el de su antecesor, el Mercedes SLR McLaren.
El Mercedes SLR McLaren debutó en 2003 de la mano de Mercedes-Benz y McLaren, resultado de la última alianza que no muchos años más tarde, se rompió. Este coche no contó con todo el éxito que esperaban en ambas directivas, y es que por concepto y similitudes, quedó atrás respecto a sus competidores, que eran entre otros el Enzo Ferrari, el Porsche Carrera GT…
A partir de esta experiencia, nació el SLS AMG Gullwing. Mercedes-Benz no repitió los errores y consiguió un coche más rápido que el SLR McLaren y con mucha menos potencia (650 cv frente a 571 cv), pero no ha acabado por ser suficiente. El objetivo se va perfeccionando, y es aquí donde entrará el Mercedes SLC.
La vida del SLS AMG Gullwing llegará a su fin en un plazo máximo de cuatro o cinco años. Antes aparecerá el Mercedes SLC, que a priori será un coche inferior ya que su gama de potencia empezará en torno a los 350 caballos, probablemente portando un bloque V6 turboalimentado. También estará disponible con el ya de sobra conocido V8 Twin Turbo de 5.5 litros, desarrollando en la variante Black Series más de 585 caballos.
Estos datos se quedan lejos de la potencia ofrecida por el SLS AMG Black Series, que son más de 631 cv, eso sí, con el bloque V8 de 6.2 litros. Esta principal marca hace que muchos no consideren el SLC como un sustituto natural del SLS AMG Gullwing, pero no nos engañemos por unas simples cifras… el asunto es mucho más profundo.
Down-sizing para vender más
Captar clientes y vender más coches es, después de todo, el principal objetivo que se marcará Mercedes-Benz y AMG Performance. Ofrecer un rival puro y duro para el Porsche 911 Carrera S que también ofrezca resistencia al 911 Turbo S, es muy importante. Más aún que ofrecer directamente un rival para el más alto de gama del 911. Es aquí donde entra la inteligencia y las necesidades del fabricante alemán.
