Por numerosas razones: aumento de familia, nos vamos del país -generalmente, fruto de la crisis-, necesidades que nos cambian o simplemente que queremos cambiar a un coche más moderno, debemos plantearnos las vías para iniciar la venta de nuestro coche, que son múltiples.
– A través de un compraventa profesional
Esta es la opción en la que posiblemente menos rentabilidad le saquemos cuando queremos vender un coche de segunda mano, pero a su vez, menos dolores de cabeza nos suponga. ¿Por qué? Nos lo tasarán (a un precio seguramente muy inferior al que deseemos, porque el compraventa tiene que vivir de algo), pero a cambio, podremos deshacernos del coche en un tiempo récord.
– Como particular a través de internet
Esta es la opción donde casi con toda seguridad mayor rentabilidad le vamos a sacar a nuestro vehículo. Pero también es la más tediosa: vamos a tener que aguantar muchas ofertas de cambios por otros coches, ofertas ridículas y todo tipo de preguntas.
Pero si nuestra prioridad es la de sacarle el mayor beneficio posible a nuestro coche, posiblemente sea la opción que más nos interese, aún a costa de las pegas anteriormente mencionadas.
– A alguien de nuestro entorno cercano
Esta opción en términos de rentabilidad se situaría a medio camino entre venta particular a través de internet y compraventa profesional. Al vender nuestro coche a alguien conocido o de nuestro entorno cercano, puede usar ese pretexto para exigirnos una rebaja que nos costará más rechazar frente a las otras vías. También, al estar bajo este pretexto, si luego surge cualquier problema en la post-venta del coche, podría afectar a la relación con dicha persona.
