Aunque los fabricantes estén centrados en desarrollar la conducción autónoma con vistas a la conducción habitual ya sea en entornos urbanos o en carretera, ¿por qué no hacerlo también con vistas a una conducción deportiva? Eso mismo se han planteado desde Audi.
Evidentemente, mientras que la conducción autónoma en carretera puede resultar muy útil de cara a reducir la siniestralidad y lo que conocemos como el factor humano, pero en un ámbito deportivo, donde priman las sensaciones, el control, la pericia y la constante mejora, todo esto deja de tener un sentido lógico y racional más allá de la capacidad de poder demostrar los avances tecnológicos en materia de conducción autónoma.
La firma alemana ha desarrollado un prototipo sobre la base del RS7 Sportback capaz de ejecutar la conducción autónoma pero lo novedoso es que lo hará en un enclave deportivo. Concretamente, en uno de los descansos de la última prueba del campeonato alemán de turismos (DTM), este prototipo saldrá a dar una vuelta completa al circuito, en el que se estima que debería tardar dos minutos en llevarla a cabo y que podrá alcanzar una velocidad máxima que estaría situada en torno a los 240 km/h.
A priori, el tiempo que logre estará muy en la línea del que son capaces de lograr deportivos de calle en manos humanas, algo que no es de extrañar teniendo en cuenta que el conocer con total precisión todos los valores le permite ejecutar una conducción milimétrica en torno a los puntos de frenada y trazado.
