Personalmente siempre me han gustado los proyectos en los que alguien se las ingenia para montar un motor de motocicleta en un prototipo creando auténticas bestias divertidísimas para conducir siempre en entornos controlados donde no pongamos a nadie en peligro, lo digo por experiencia, son alucinantes.
Ahora bien, de lo que hablo son de vehículos que básicamente son un chasis, asiento, volante y un enorme 1.000 cc de motocicleta. Lo que no había visto nunca, es más, ni se me había ocurrido, es la idea de coger un vehículo como el Ford Festiva, un vehículo que se construyó entre 1986 y 1993 e incorporarle un motor de 1.3 litros sacado de una Harley Davidson.
Sin lugar a dudas una curiosidad digna de elogio por lo que antes de darle al play te aconsejo enchufes tus altavoces ya que es más curioso de lo que imaginas
Vía: carscoop
