Bajo el acabado Kuga ST-Line, Ford introduce este acabado estético que se suma a los ya conocidos Fiesta ST-Line, Focus ST-Line y Mondeo ST-Line y la finalidad que tiene es al misma que en estos últimos: una estética más deportiva y pintona que en las versiones convencionales, sin tener que recurrir a las motorizaciones existentes en los ST en aquellos modelos de los que disponen de dicha variante. Recordemos además que el Kuga también contará con una variante lujosa bajo la terminación Vignale, para aquellos que no busquen tanto ese enfoque deportivo
Para marcar el factor diferencial, se empieza apostando por las llantas en acabado ‘Ebony Black’ en diámetros de 18 o 19 pulgadas, una suspensión deportiva de tarado más firme que rebaja la altura en 10 milímetros, barras de techo de color negro, nuevo alerón trasero, lunas tintadas, pilotos y faros con una tonalidad ligeramente oscurecida, rejilla con dibujo de nido de abeja en la parte inferior del paragolpes de color negro brillante, además de protecciones y extensiones de los bajos. En su interior, a priori, no se ha comunicado que vaya a recibir cambios.
En el apartado dinámico, además de la mejora en las suspensiones, la dirección también se ha recalibrado, buscando un tacto más deportivo y duro. Por tanto, deberíamos obtener un mejor feeling si buscamos unas reacciones más deportivas en el conjunto.
Lo bueno de este acabado es que puede asociarse a toda la gama de motores ya existente en el resto de versiones convencionales, tales como los 1.5 TDCi de 120 caballos, 2.0 TDCI de 150 y 180 caballos en diésel, y los 1.5 EcoBoost de 120 y 180 caballos en gasolina.
