Aunque las factorías de coches europeas que estaban destinadas a abastecer al viejo continente, con la crisis económica se han visto en serios apuros económicos al contar con un descenso de la producción considerable, en parte, algunas de ellas lo han sabido mitigar de una forma muy contundente con la adjudicación de nuevos modelos o porque simplemente con los modelos que producían en ellas pese a la caída de la demanda, las ventas de dichos modelos han sabido aguantar bien el chaparrón.
La planta de Honda en Swindon que lleva en activo desde el año 1992 y que fabrica modelos para abastecer al mercado local y Europa no está pasando por su mejor momento. Su capacidad de fabricación es de 250.000 anuales, pero en 2013 sólo consiguieron producir 140.094 unidades, 25.000 unidades menos que el año anterior, pero las previsiones para el presente año son aún menos esperanzadoras, con 120.000 unidades en el horizonte.
La dependencia europea retroalimentada supone, en ocasiones, un factor de riesgo
Actualmente allí se producen el Civic, Jazz y CR-V. Y aunque en años anteriores, gran parte de la producción se salvaba con el éxito imparable de modelos como el Civic, en la actualidad el panorama es bien diferente. El Civic de actual generación no ha cuajado igual de bien en el mercado, pese a la introducción reciente del propulsor 1.6 i-DTEC en la gama (que destaca por su suavidad de funcionamiento y eficiencia), y no es hasta ahora cuando comienza la llegada de variantes del mismo, como el Tourer y próximamente el Type R, que deberían elevar el cómputo global, aunque sea de forma discreta.
Es por ello que para adecuarse a la demanda, la firma nipona suprimirá uno de los turnos de trabajo, que se traduciría en la pérdida de 340 empleos, que se sumarían a los 800 que se han perdido también en dicha factoría durante el último año. Si bien, por el momento, confirman la viabilidad de dicha planta de cara al futuro.
