De acuerdo a un estudio realizado por Bridgestone y la Fundación de la Federación Internacional de Automovilismo, se ha llegado a la conclusión de que los automóviles con neumáticos cuyas presiones son incorrectas, producen 18,4 toneladas más de CO2 al año en conjunto.
Además de la emisión de 18,4 toneladas de CO2 a la atmósfera, también se produce un consumo de 8.000 litros más de carburante anualmente. Y no sólo eso, también, cada año, se han de desechar 55 millones de neumáticos, debido también al motivo mencionado.
En resumen, aunque sea algo que muchos ya sepan de antemano, el llevar los neumáticos con la presión adecuada, asegura un consumo de carburante más ajustado (y por tanto, de emisiones), así como una mejora en la seguridad activa.
Vía: Supermotor