Mercedes-Benz ha presentado en Munich su nuevo monovolumen Clase-V, que viene con una imagen renovada y cargado de lujos interiores para convencer a los más exigentes. Es el sustituto natural del Mercedes Viano y nos adelanta la apariencia que tendrá la próxima generación de la Vito. Toma los rasgos de los últimos lanzamientos de la marca y dispone de lo último en tecnología.
Será fabricado en Vitoria, en la planta de producción de la marca alemana, que invertirá 190 millones de euros en ella y así adecuarla para el nuevo modelo, modernizando las áreas de pintura, logística y montaje. Se podrá escoger entre tres longitudes diferentes, que oscilan entre los 4,89 y los 5,37 metros.
Mercedes Clase-V: espacio y lujo a partes iguales
Lo primero que llama la atención es el nuevo frontal, que presenta una parrilla de grandes dimensiones con el logo de la marca. A sus lados unos nuevos faros con tecnología LED que están inspirados en los diseños de las modernas berlinas de Mercedes. En la zaga, un renovado diseño da paso a una luneta practicable que da fácil acceso a un segundo plano de carga sin tener que abrir el portón.
En el aspecto mecánico, saldrá a la venta con tres motorizaciones diésel de cuatro cilindros y 2,1 litros, que buscan reducir el consumo manteniendo las prestaciones. Los motores serán el V200 CDI -con 136 CV-, el V220 CDI -con 163 CV- y el V250 BlueTEC -con 190 CV-. Este último presume de una potencia y par similares al antiguo V6 turbodiésel, pero con un consumo 28% menor. Todas las versiones podrán equipar la caja de cambios automática 7G Tronic Plus, de serie en la versión V250 BlueTEC.
El interior puede acoger hasta 8 pasajeros con un gran nivel de lujo, y cuenta con tecnología que ningún vehículo de su segmento ofrece, como el asistente de viento cruzado, Attention Assist, asistente de cambio de carril, cámara de visión 360 grados, etcétera. El interior contará con una pantalla táctil de 8,4 pulgadas desde la que se manejarán la mayoría de parámetros del vehículo.
