James Bond es la perfecta definición de gentleman en todas sus facetas, incluido, los coches. Todos aquellos que han sido protagonistas en las numerosas misiones que ha patrocinado a lo largo de la historia han sido objetos de culto deseados por la mayoría de nosotros, pero también por muchos otros coleccionistas que acostumbran a tener garajes de ensueño. Además, curiosamente, siempre se ha fundamentado en una relación que ya dura más de 50 años con Aston Martin y que dio comienzo en la película ‘Goldfinger’ en el año 1964 con Sean Connery como protagonista.
¿Has visto la última entrega de él? Sí, estamos hablando de Spectre: 007. Y un ávido amante de los coches como tú, seguro que no ha pasado por alto el detalle de uno de los coches protagonistas de la película, el Aston Martin DB10. Es un prototipo del que no había planes de llevarlo a producción y para el cual sólo se fabricaron 10 unidades, de las que 7 se destrozaron durante las escenas de acción de la película. Por tanto, quedaron únicamente tres modelos con vida.
¿Qué tiene de especial el DB10?
Un motor V8 de 4,7 litros y 426 CV acoplado a una caja de cambios manual de seis vleocidades con una velocidad máxima de 305 km/h, pero aún más atractivo es el hecho que su carrocería esté fabricada en fibra de carbono y también encontremos la presencia de dicho material en habitáculo y otras partes del vehículo.
Pues bien, ahora ‘Christie’s House’ ha anunciado que sacará a subasta una de esas tres unidades en perfecto estado del DB10 el próximo día 18 de Febrero en Londres, con un precio final de venta que podría rondar los 1,3 millones de euros y cuyo importe íntegro será donado a ‘Médicos Sin Fronteras’.
