Volkswagen tiene grandes planes para el Polo de nueva generación, y con su llegada al mercado estadounidense están dispuestos a modificarlo lo máximo posible para que se acople el 100% a los requisitos de los consumidores del nuevo continente.
Sin que lo confundamos con el Vento/Jetta original (sólo comparten el nombre), el Polo Sedán será no más de 50 milímetros más largo que el hatchback, y esto se traducirá en unas dimensiones similares, pero lo suficientemente mayor para ofrecer una superior amplitud en las plazas traseras y en el maletero.
El motivo principal de que el fabricante alemán haya decidido usar el nombre de Vento para el Polo Sedán parece más puro márketing que otra cosa. Gracias a este nombre, los clientes potenciales relacionarán al nuevo Polo con un modelo más grande, y más caro. No está nada mal, ¿no crees?
Vía: World Car Fans
