Como suele ser habitual, tal y como están orquestados los SUVs de las firmas premium, casi siempre la variante diésel más económica suele ser -con una diferencia considerable- la que más grueso de ventas acumula sobre el modelo.
Audi acaba de introducir el Q7 3.0 TDI quattro ultra en nuestro país, del que ya admite pedidos y que se posiciona como la opción de la entrada a la gama Q7 y el diésel más económico también de la misma gama, que parte ahora desde los 61.960 euros.
Esta motorización cuenta con 218 CV de potencia y 500 Nm de par entre las 1.250 y 3.000 vueltas. Lo más interesante es el consumo medio que homologa, que es de 5,5l/100 km con unas emisiones de 144 g/km, siendo un 28% inferior a su predecesor. ¿Qué es, por tanto, lo que lo diferencia del resto de 3.0 TDI para lograr dicha cifra? Una serie de cambios en el radiador de aceite del motor, una gestión nueva de la ECU, además de la bomba de agua del sistema de refrigeración.
Lo encontramos disponible con las líneas de equipamiento sport y design. Si optamos por la línea design, de serie contará con faros LED, retrovisores exteriores abatibles eléctricamente y fotosensibles, llantas de aleación de 19 pulgadas con diseño de cinco brazos dobles, asientos delanteros con ajustes eléctricos, tapicería mixta en cuero y cuero sintético… mientras que la línea sport incorpora paquete deportivo S Line, tapicería en alcántara, llantas de aleación de 20 pulgadas, retrovisor interior fotosensible, paquete de iluminación interior, entre otros.
