Aunque aún quedan deportivos que se resisten a abandonar las cajas de cambio manuales y las continúan ofreciendo en opción junto con las automáticas (algo que nos encanta, porque da libertad de elección ofreciendo ambos mundos), siendo francos, el sendero está predestinado a que poco a poco los fabricantes en sus deportivos vayan suprimiendo las cajas de accionamiento manual en favor de las automáticas.
Y parte de culpa la tiene el propio mercado. Por ejemplo, en el caso del actual Corvette C7 2016, sólo el 23% de clientes se han decantado por la caja de cambios manual de siete velocidades, tal y como ha dado a conocer la semana pasada el Museo Nacional de Corvette. En total, 9.249 unidades de los 40.689 Corvette fabricados en 2016 se han elegido con esta caja de cambios. Y es relativamente preocupante, porque respecto al año 2015 supone un descenso del 10%.
La variante donde es aún más raro encontrar los tres pedales -y que de seguro, estará cotizada en un futuro- es el Corvette C7 Z06 descapotable, del que sólo se han parido 590 unidades.
Ahora bien, antes de procesar todos estos números, deberemos tener en cuenta varios factores. El primero de ellos, es que la caja de cambios automática de ocho velocidades lo hace más rápido en línea recta, mientras que el consumo es muy similar entre ambos. Pero también es cierto que el mercado norteamericano siempre ha mostrado mucha más afinidad por los cambios automáticos, y es, a su vez, el principal mercado del que se nutre el modelo, por lo que tampoco sienta cátedra, pero teniendo en cuenta que en el caso de muchos deportivos alemanes, un grueso de ventas importante está focalizado también en aquel mercado, puede sentar un precedente importante de cara a la paulatina desaparición de las mismas en deportivos de esta categoría.
Vía: Gmauthority
