¿Aún más? Sí, parece que el Land Rover Defender pese a lo cerca que ha estado tantas veces de su muerte, todavía se resiste a morir. ¿El motivo? Pese a llevar 67 años de producción contínua (con numerosas actualizaciones desde entonces), es un modelo que sigue teniendo unas cifras de ventas más que considerables para tratarse de un coche con un nicho de mercado tan concreto. Sin ir más lejos, hace unas semanas conmemoraba el fabricante británico la producción de la unidad número dos millones del modelo.
Oficialmente, Land Rover anunció a comienzos del presente año que en Diciembre del 2015 cesaría la producción del Defender (aunque ya lanzó globos sonda al respecto en 2013). Pero a través de unos medios británicos, debido a su elevada demanda, afirman que su producción se extendería como mínimo hasta finales de Febrero de 2016 e incluso se atreven a afirmar que podría llegar al mes de Abril.
Para ponerte en perspectiva, el año pasado JLR logró comercializar 17.781 Defender, y sus ventas se incrementaron en un 29%. Así que con estas cifras sobre la mesa, la lógica no incita a sepultarlo bajo tierra… de momento. Recordemos además que en más de una ocasión, JLR ha hecho referencia a que el Defender podría producirse fuera de Europa para mercados emergentes, algo que no es nada descabellado teniendo en cuenta que pueden aprovechar la infraestructura productiva con la que cuentan gracias a TATA Motors, principalmente en la India.
Por su parte, el sustituto del Defender no está programado para que llegue al mercado hasta el año 2018, pero evidentemente hay un recelo incipiente de cara a que poco o nada tengan que ver sus capacidades offroad con el modelo saliente.
Vía: Autonews
Pues su sustituto no debería ser tan radical como el prototipo.
Que hagan como el Mini el Esacabajo o el Fiat 500, por citar a algunos que, aunque son diferentes, ya el Mini es un Maxi (se acuerdan del Austin Maxi), seguiría manteniendo la esencia del original.