Las nuevas tecnologías y las tecnologías eficientes están llamando a la puerta incluso de las marcas más premium y de más alto standing, esto es algo que todos tenemos ya muy presentes y que de una forma u otra, acabará siendo el camino a seguir… nos guste, o no.
Visto de esta manera, no es de extrañar que incluso las firmas más exclusivas y de mayor poder adquisitivo, acaben teniendo incluso cierta presión por saber qué camino tomar al respecto. En el caso de Rolls-Royce, ya sabemos al menos, qué camino han decidido no tomar.
Diversas fuentes confirman que la firma británica no optará a instalar ningún motor diésel en su gama, manteniendo única y exclusivamente motores gasolina. En búsqueda de una mayor y mejor gama de propulsores, Rolls-Royce deberá escoger entre instalar tecnología híbrida sobre su actual y único motor de la gama -doce cilindros-, o plantear sobre la mesa la puesta en escena de un bloque como el V8 Twin Turbo de 4.4 litros, de origen BMW.