De cara al salón de Ginebra, Audi finalmente ha hecho oficial y publicado lo que todos estábamos esperando, el esperadísimo Q7 V12 TDI de producción, que supone un durísimo golpe en el mercado de los SUVs y que desde luego coge automáticamente la corona de SUV más deportivo y a la vez el que mejor combina la esencia de deportividad y eficiencia.
Estéticamente, el nuevo Q7 ha sido dotado con un look extremadamente deportivo, que pasa por unos paragolpes con unas entradas de aire grandísimas, unos paneles laterales anchísimos y un difusor trasero enorme. Cada ápice de su estética simboliza el tamaño del Q7, y puede llegar a ser redundante.
Las llantas son únicas y pueden escogerse en 20 o bien, en 21 pulgadas. Dada la carrocería y porte del SUV alemán, las llantas parecen pmuy pequeñas, e incluso dan la sensación de ser demasiado pequeñas para el Q7.
El interior, por su parte, es toda una carrera hacia la deportividad. Inserciones de carbono y una tremenda elegancia dan un combinado ideal para las aptitudes del SUV, que se complementa con alcántara y en general lujo de última generación.
Si nos vamos al motor, este apartado ya lo conocemos todos. Un motor similar al usado por el R10 en la serie LeMans devuelven lo nunca visto antes. Nos encontramos con un V12 TDI de 6 litros, 500 caballos y 1000nm de par. Dada la esencia del propulsor, éste ha estado prácticamente cogido con pinzas durante toda su fase de producción para variarlo lo mínimo. Las prestaciones en el Q7 se reducen a una aceleración de 0 a 100 en tan sólo 5.5 segundos y una velocidad limitada electrónicamente a 250 kilómetros por hora.
Detalles de la generación actual son, por ejemplo, los LEDs diurnos usados en la parte delantera y trasera del Q7. En esta ocasión, se colocan de manera similar al S6. En el salón de Ginebra, lo veremos.
