Seguramente, si te mueves por los mundillos que giran en torno al Mazda MX-5 seguro que conoces el preparador británico BBR que anteriormente ya introdujo mejoras para generaciones anteriores del modelo. Y con la nueva generación ya presente en el mercado desde hace unos meses, han presentado el paquete de potenciación acompañado de otros cambios a nivel de chasis.
Lo más interesante, es que tanto el motor 1.5 como el 2.0 son partícipes de esta campaña para elevar su potencia. Motores que ya de por sí parten con una gran limitación de cara a ampliar sus capacidades a bajo coste, dado su condición atmosférica. En el caso del 1.5 que cuenta con 131 CV de serie, recibe 21 CV adicionales hasta lograr los 152 CV con un par de 20 Nm adicionales.
En el caso del 2.0 de 160 CV, el aumento es más loable, puesto que existen dos fases: una que suma 17 CV y lo deja en 177 CV y otra que suma 30 CV y 32 Nm de par, dejándolo en 190 CV y 238 Nm de par. ¿Cuál es la diferencia en este caso? Aunque ambos se logran con una reprogramación de la centralita, en el caso del segundo se complementa con un escape deportivo en acero inoxidable, colectores de escape específico, catalizador de alto flujo, además de una admisión menos restrictiva. Esta cifra ya resulta mucho más interesante para los escasos 1.000 kg que pesa el conjunto.
También podemos complementar todo esto con unas pastillas de freno de alto rendimiento, muelles que rebajan la altura respecto al suelo en 30mm y unas llantas de aleación ligera de varios modelos, incluyendo el combo OZ con neumáticos Goodyear F1.
