No importa que sean móviles, ordenadores o incluso coches: los chinos son capaces de copiar absolutamente todo, con mayor o menor acierto, amparándose en que las leyes de propiedad intelectual no protegen a los fabricantes extranjeros ante este tipo de acciones. En este caso, le toca al BMW i3, uno de los modelos más innovadores de las últimas décadas por parte del fabricante alemán y cuyo diseño nunca ha estado libre de controversia y opiniones encontradas.
Esta copia del BMW i3 denominada Yema B11 hereda unas cotas de carrocería muy similares a las del modelo original, con midiendo 3.999 mm, 1,775 mm de anchura y 1,578 de altura, contando con una distancia entre ejes de 2,57 metros.
Donde también le imita es en el aspecto mecánico, apostando por una versión 100% eléctrica de 40 CV y otra híbrida enchufable que hace uso de un motor de 1 litro y 67 CV de combustión interna en apoyo al motor de 40 CV, si bien, desconocemos las especificaciones de ambos (autonomía del eléctrico, prestaciones, entre otros).
Si lo analizamos su diseño en detalle, quedan al descubierto algunas cosas como que prescinde de los dos riñones característicos de la firma, las llantas de 19 pulgadas con sus peculiares neumáticos en medida 155/70 no las monta, adoptando en su lugar unas llantas de un tamaño mucho más reducido (posiblemente, sean de 15 o 16 pulgadas) y que naturalmente afean mucho el conjunto por el enorme espacio vacío que dejan en los pasos de rueda.
En la vista de perfil, aunque no queda patente, es bastante posible que en este caso no prescinda del pilar B, mientras que en su zaga, cambia tanto su portón, como el paragolpes y el aspecto de los pilotos. Naturalmente, no esperes que se use materiales fabricados en CFRP para ahorrar peso y otras tantas innovaciones de las que hace uso el BMW i3 y que a día de hoy siguen siendo bastante singulares en un mercado que en lo que respecta a eléctricos ha sufrido algunas evoluciones de cierto calado.
Vía: PCauto
