Aunque a día de hoy, la submarca de SEAT tenga puesto el foco en ser el paraguas donde agrupar los modelos más deportivos y prestacionales con un toque de exclusividad, el futuro a largo plazo va más allá, y pasa por liderar tecnológicamente la electrificación de la firma.
Ya hemos podido constatar por muchos otros fabricantes, que la electrificación no está reñida con la deportividad. Hasta la fecha, dentro de SEAT, el incremento de precio que podría suponer la electrificación de sus modelos no hacía viable en algunos casos que se trasladara al cliente final sin repercutir por ello en sus ventas.
Sin embargo, los modelos que se vendan bajo la marca Cupra llevarán aparejados ya un incremento de precio en torno al 5-10% (además de jugar en una liga de precios superior), que les permitirá dotarles de mayor margen para poder recurrir a la electrificación y integrar otro tipo de tecnologías (como asistentes a la conducción) que están por llegar. Y esto no quiere decir ni mucho menos que lleguen únicamente en esta configuración, sino que se alternarán con motores de combustión interna, empezando por los propulsores híbridos enchufables para finalmente culminar con los 100% eléctricos.
Evidentemente, de todo esto, se beneficiarán luego en cascada el resto de modelos de SEAT, que irán paulatinamente recibiendo estas tecnologías y popularizándolas entre toda su gama, hasta llegar finalmente al escalón más bajo y accesible.
Todo esto también parece una señal clara, aunque no confirmada (a tenor también de los movimientos que hemos visto por parte de otros fabricantes), de que la llegada de las variantes híbridas a Cupra supondrá también descartar motorizaciones diésel.
Vía: Autocar
