Gracias a Road & Track, hemos podido conocer un hecho curioso como es que el Ford GT emplea la misma caja de cambios que el Mercedes AMG GT y algunos modelos de Ferrari tales como los California y 458 Italia. No es nada raro este hecho, puesto que el desarrollo de una caja de cambios que va a tener una tirada tan corta tiene un coste astronómico, por lo que es totalmente comprensible una decisión así desde I+D. Pero la curiosidad en este caso va más allá.
El Ford GT hace uso de la caja 7DCL750 de doble embrague fabricada por Getrag. Esta casa, diseñada para poder aguantar grandes cifras de par, pudiendo estirar hasta 9.500 revoluciones por minuto y soportar un par máximo de 750 Nm, por lo que está especialmente concebida para deportivos de altas prestaciones.
Eso sí, dependiendo del modelo, puede haber pequeñas variaciones en los internals de la caja. Pese a que conservan una ‘campana’ muy similar, entre ellas hay variaciones en las relaciones de cambio. En el caso del Ford GT, hay una caja con la que ‘clava’ sus relaciones de cambio -en los otros modelos, hay pequeñas variaciones-, y ese modelo con el que tiene tanto parentesco es el Mercedes-AMG GT.
Cabría esperar, por tanto, que en concesionario, su precio fuese muy similar, pero no es así. Si como propietario de un GT acudes a Ford a comprar la caja, te pedirán 32.324 dólares por ella, que bajarían hasta los 27.624 dólares si entregas tu caja rota como pieza de intercambio. Por su parte, en Mercedes-AMG dicha caja con la relación idéntica cuesta 14.940 dólares, y este precio puede reducirse todavía más en algunos recambistas oficiales, quedándose cerca de los 13.000 dólares. Hasta en la mismísima Ferrari, que no se caracteriza precisamente por sus recambios a precios terrenales, esta caja nos costaría 22.186 para el 458 (aunque con una relación diferente).
¿Qué dice Ford? Que el coste de los recambios del GT ponen de manifiesto la producción limitada del modelo además de su enfoque al rendimiento y competición. O dicho de otro modo, que han puesto ese precio porque creen que habrá clientes dispuestos a pagarlo.
