Mercedes llega a Ginebra con un lavado de cara del C63 AMG, que lleva 4 años en el mercado. Las novedades son algunos cambios realizados tanto en el diseño como en la mecánica, que ayudan a reducir el consumo y mejorar el rendimiento.
Los cambios a nivel visual de diseño no son demasiados. Se centran en dar un aspecto más agresivo y modernizado, sobre todo por el nuevo diseño del paragolpes delantero, una nueva rejilla, nuevos pilotos, paragolpes trasero que incorpora un difusor nuevo y buenas llantas que montan gomas de dimensiones 235/40 en el eje delantero y 255/35 en el trasero.
El C63 AMG cuenta con un nuevo capó de aluminio, que oculta debajo un motor más poderoso que el de la versión anterior. Aunque otras versiones recientes de AMG han optado por un motor V8 de 5.5 litros con doble turbocargador, el lavado de cara que vemos aquí mantiene el anterior motor V8 atmosférico de 6.2 litros. Continúa con los 457 caballos de potencia, aunque se puede optar por un paquete de mayor rendimiento que entrega 487 cv.
Sin embargo, si el anterior C63 AMG usaba una transmisión automática 7-GTronic de siete velocidades, el nuevo modelo cuenta con un nuevo modelo desarrollado por ellos mismos, la transmisión MCT (multi-clutch transmission). Se deshace del convertidor de para para incorporar ahora los embragues bañados para otorgar mejores sensaciones al volante. Cuenta con varios modos, C (comfort), S (sport), S+ (sport plus) y m (manual). También hay disponible un launch control llamado Race Start.
Con toda la mecánica que lleva incorporada, consigue acelerar de 0 a 100 km/h en 4.4 segundos.
Desde que su lanzamiento en el mercado en 2007, el C63 AMG ha registrado más de 17.000 ventas a nivel mundial.
Vía: autocar
