BMW introdujo recientemente la nueva generación del Serie 5 en el mercado (su producción arrancó en Octubre de 2016), pero al aterrizar sin una variante de altas prestaciones (M5, como bien sabes) en la primera iteración, ha supuesto que se haya seguido produciendo para de esta forma no dejar desamparada la gama sin muchos meses con dicha variante. Y aunque todavía no va a llegar la nueva generación del M5 F90 con carácter inmediato, ya están ultimando los preparativos para que así sea.
Eso implica también, por otra parte, hacerle hueco en las cadenas de producción, por lo que este mes se detendrá la producción del BMW M5 F10, tras cinco años fabricándose (se presentó en el Salón de Fráncfort de 2011 y se puso a la venta en Noviembre de 2011). Esta generación, tenía una peculiaridad heredada del M5 E60 (justo la anterior a esta): mientras que en todos los mercados estaba disponible con una caja de doble embrague y siete velocidades, además, en el mercado norteamericano estaba de manera opcional con una caja manual.
Pero… la decreciente demanda de la misma hará que esta opción desaparezca en su relevo generacional, quedándose para todo el mercado global con una única caja automática. Para continuar recapitulando algunas de las características de la generación saliente, recordamos que cuenta con un motor V8 de 4.4 litros (S63) con 560 CV de potencia y 680 Nm de par. Eso sí, no ha estado exento de críticas a la hora de compararlo con la generación a la que reemplazaba.
Uno de los aspectos que más se ha criticado ha sido su aumento de peso frente al E60, cifrado en 90 kg adicionales (computando un total de 1.945 kg), además de una pérdida considerable en el feeling que transmite la dirección del vehículo.
¿Qué nos espera de su relevo? Siguiendo un poco la estela dejada por el Serie 5 de nueva generación, debemos esperar un M5 más ligero, rápido y con mayor tecnología. Su potencia, a priori, debería oscilar los 600 CV, pero aún no hay nada en firme.
Vía: BMWblog
