Ya está aquí. Mercedes-Benz tira de la manta y en plena antesala del Salón del Automóvil de Detroit, presentan la berlina deportiva por excelencia de la marca. Llega el nuevo -más bien renovado- Mercedes E 63 AMG, y lo hace como MY2014 con la suficiente fuerza para perdurar en el mercado al menos, cuatro años más.
Al igual que ocurre con el Clase E estándar, la variante deportiva cuenta con abundantes cambios, más aún de los que la carrocería base presenta. Tal y como pudimos ver en el primer anticipo oficial que la propia marca alemana brindó, el kit aerodinámico y estético de AMG concuerda a la perfección con las nuevas líneas de diseño, incluyendo las ópticas delanteras, la línea trasera… en general, entradas de aire de diseño más armónico y suaves. Sin ir más lejos, el paragolpes delantero cuenta con una única y gran entrada de aire, asemejándose a los propios faros, pero como si se hubiesen situado al revés.
Dada la gran importancia y magnitud que presenta el E 63 AMG, los cambios mecánicos son tan importantes como los que a primera vista resaltan. El V8 5.5 litros Twin Turbo es exprimido hasta dar de sí 557 caballos y 720 nm de par, en la versión estándar. Suficiente para acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en 4.2 segundos, y conseguir la misma aceleración en 3.7 segundos gracias a la transmisión total 4MATIC. Prestaciones casi idénticas en el E 63 AMG Estate, la variante familiar.
Tanto en la versión estándar de tracción trasera como en el 4MATIC, Mercedes-Benz y AMG ofrecen una transmisión AMG SPEEDSHIFT MCT de 7 velocidades, con cuatro modos diferentes de conducción, C (eficiencia), S (Sport), S+ (Sport Plus), y M (manual). Yendo más allá, una opción interesante para potenciar la gama del 4MATIC es la introducción de la versión S-Model.
El E 63 AMG 4MATIC S-Model potencia el V8 hasta los 585 caballos, consiguiendo una aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora en 3.6 segundos y unas prestaciones mayores que el modelo estándar.
