Al leer la cifra de 100.000 vehículos eléctricos comercializados a nivel mundial en tres años, posiblemente te parezca irrisoria en comparación con los vehículos tradicionales que vende BMW. Y no seremos quienes te digamos que te falta razón, porque así es.
Pero también es cierto que es ahora cuando realmente los fabricantes están apostando de manera mucho más contundente y decidida por los vehículos eléctricos, y en consecuencia, el mercado está aumentando exponencialmente su demanda, ya que parece cada vez más claro que serán el futuro a largo plazo por encima de otras tecnologías, sirviendo la hibridación como una importante ayuda de cara a llevar a cabo la revolución en el parque automovilístico.
El primer BMW eléctrico en llegar a la gama fue el BMW i3 que aterrizó en Noviembre de 2013 y que acumula 60.000 unidades hasta la fecha. Posteriormente, la gama i de BMW se amplió con el BMW i8 (del que se acumulan 10.000 ventas) y presumiblemente, le acompañará el BMW i8 Spyder con el que se revitalicen aún más si cabe las ventas del deportivo. Eso sí, modelos como el Nissan Leaf de carácter mucho más general y no con un enfoque tan premium siguen ostentando el récord de ventas de un vehículo eléctrico, al computar a día de hoy 230.000 unidades. Un dato interesante también, es que el 80% de los compradores del BMW i3 son clientes nuevos de BMW.
Eso sí, en BMW no existe una polarización entre eléctricos y modelos de combustión interna: en medio nos encontramos modelos híbridos iPerformance como los Serie 2 active Tourer 225xe, X5 xDrive40e o BMW 330e que suponen un viaducto entre ambos y que son los que computan las 30.000 unidades remanentes del total de 100.000.
A corto y medio plazo, la firma bávara planea también lanzar versiones eléctricas del MINI para el año 2019 o BMW X3 para el año 2020.
