El preparador alemán especializado en Mercedes-Benz no se ha quedado ahí, y dando pasos firmes para consolidarse como constructor independiente, la primera respuesta la tienes delante de la pantalla.
Se llama Carlsson C25, y es lo que podríamos llamar como el auténtico Carlsson. No es sólo una preparación, y es que ni siquiera parece estar basado en un deportivo de la marca de la estrella, aunque así sea.
Derivado del Mercedes SL63 AMG Black Series, el C25 cuenta con un profundo paquete aerodinámico y estético, además de una imagen muy personal y con un kit tuning que consigue un equilibrio casi perfecto entre imagen de competición y de street racing.
Bajo el capó se esconde un propulsor V12 bi-turbo derivado del original de Mercedes que ofrece una potencia final de nada más y nada menos que 753 caballos, y que cumple exactamente con el objetivo de Carlsson.
¿Qué objetivo? Markus Schuster, CEO del constructor, afirma que su idea es un superdeportivo de alto nivel con capacidades de competición, pero que también sea válido para cualquier otro tipo de tarea del día a día, como puede ser ir al trabajo o simplemente ir a pasear. Y para todo esto, lo veremos en el próximo salón de Ginebra.
Vía: Motor Authority
