Por si no fuera suficiente con el aumento que está experimentando durante los últimos tiempos el precio de la gasolina y gasoil tras la considerable caída del precio del barril (para posteriormente, volver a crecer paulatinamente), ahora, el actual gobierno acaba de anunciar una subida de impuestos para la gasolina y gasóleo.
El aumento de impuestos sobre los hidrocarburos se justifica para paliar la crisis en las cuentas públicas, haciendo la economía más sostenible. En concreto, la subida de impuestos es de 2,9 céntimos por litro. El gobierno defiende esta subida de impuestos como un arma para racionalizar el consumo y reducir emisiones de CO2, una alegación con poca coherencia puesto que existen métodos mucho más efectivos y menos perjudiciales para el bolsillo del ciudadano de a pie, pero que evidentemente no recaudarían tanto como esta medida.
Conviene señalar que esta subida de impuestos no afecta a los combustibles de uso profesional, algo que calmará en parte las tensiones del sector del transporte que pudimos ver en huelga hace justo un año por el precio del carburante.
Vía: El mundo
