La nueva generación del Mercedes SL ya está aquí, y desde luego viene con todo lo necesario para dejarnos boquiabiertos. Posicionado como el gran roadster premium que la marca alemana llevaba necesitando desde hace ya algunos años, el salto cualitativo respecto a la anterior generación es impresionante.
Este cambio es lo suficientemente importante y grande para que de una forma u otra, el nuevo SL continúe con la tradición y se quede en el mercado prácticamente una década completa, con una renovación estética o dos de por medio.
Echándole un vistazo, los cambios evolutivos más importantes a simple vista recaen en el exterior. Como ya te contamos, Mercedes-Benz ha optado por mantener unas líneas maestras más o menos similares al SL de toda la vida, pero con un frontal plenamente nuevo, y que camina en dirección a las nuevas tendencias de la marca alemana. Unas ópticas delanteras muy grandes y una parrilla en la misma línea firman el frontal del nuevo SL.
Yendo más allá, el nuevo SL también es mucho más ligero que el anterior -casi 150 kilos-, y su propulsor estrella es ya uno de los que complementan la gama MoVe de Mercedes-Benz, un V8 de 4.6 litros y 430 caballos de potencia.
