Ayer fue el día del Mercedes SL 63 AMG, eso es algo indudable. Aprovechando el inicio de los tests de Pre-Temporada de la Fórmula 1 en Montmeló, Mercedes-Benz aprovechó para no sólo debutar su nuevo monoplaza, sino también su nuevo roadster deportivo por excelencia.
El nuevo SL 63 AMG ha llegado con la fuerza suficiente para debutar con una gran fuerza, semanas antes de su debut a nivel mundial en el próximo Salón del Automóvil de Ginebra. Si ayer ya lo vimos en fotos tomadas en Montmeló, hoy respiramos un poco más tranquilos y lo vemos en su hábitat natural… la carretera.
Los principales cambios respecto al SL estándar quedan muy claros, ¿no crees? Cambia la aerodinámica al completo, y la firma alemana opta por un kit AMG no muy portentoso, pero sí con una influencia agresiva y un diseño perfilado y contundente. Pero la estética es sólo el «pequeño» cambio, puesto que en el chasis y el motor, está la auténtica conversión. Lo que hace del SL 63 AMG, un auténtico caballo de batalla.
Como ya te contamos ayer, el nuevo SL 63 AMG cuenta con el V8 Twin Turbo de 5.5 litros denominado M157. Combinado con la transmisión automática MCT de 7 velocidades, con el paquete AMG Performance Package y sus 557 caballos, acelera de 0 a 100 kilómetros por hora en sólo 4.1 segundos.
