La batalla de la potencia está en pleno desarrollo por la mayoría de fabricantes de deportivos de alto nivel, pero… ¿dónde está el punto máximo?
Actualmente los superdeportivos más rápidos rozan la franja de los 700 caballos, y es quizás la cifra donde varios fabricantes decidan detenerse. Y uno de ellos, es Lamborghini.
El fabricante italiano ha admitido que están tornando sus objetivos y que están comenzando a centrarse en reducir el peso lo máximo posible, a costa de tener que sacar la mínima potencia extra. Y eso, ¿por qué?
La principal causa es el consumo de carburante, y cómo no las emisiones de CO2. Si hay más caballos, hay más consumo y por ende más emisiones. Ahora bien, si se reduce el peso… mejoran las prestaciones a costa de reducir la parte negativa. ¿No suena interesante?
Vía: Autoblog
