Sabemos, desde hace años, que los modelos descapotables son cada vez menos rentables para las compañías, puesto que sus cifras de ventas no dejan de bajar año tras año desde finales de la década pasada. Ya hemos visto estos últimos años como entre los planes de muchas compañías han ido eliminando de su gama de manera paulatina a diversos modelos descapotables que llegaron en pleno auge de los mismos, pero la cosa ahora se se está poniendo más fea que nunca, puesto que estos recortes van a comenzar a afectar también a modelos icónicos.
En concreto, se trata del Mercedes SLC, que hasta hace no muchos años se denominaba SLK y que recordemos, bajo esta última denominación llegó en su primera iteración al mercado en 1996, década en la que logró un gran éxito. Un modelo biplaza de techo duro que supo introducir un concepto muy interesante en el mercado, rival por antonomasia de los Z3 y Z4 de BMW y que parece haber sido el primer en sucumbir al plan de reestructuración de la firma alemana en la que pretendía poner a dieta su gama de coupés y descapotables.
De hecho, precisamente hablando sobre el caso del BMW, posiblemente tampoco tendríamos sucesor para el Z4 de no ser porque el fabricante bávaro alcanzó con Toyota para su desarrollo de manera conjunta, del que mientras que en el caso de los alemanes se sintetizaría en el sucesor del Z4, Toyota por su parte concebiría el nuevo Supra.
Por tanto, una vez suprimido el SLC de la gama, el modelo más accesible que encontraríamos sería el Clase C Cabrio, si bien, el planteamiento es totalmente diferente: techo de lona, cuatro plazas, mayor tamaño y un comportamiento menos ágil. De hecho, no será el único modelo que veamos caer a corto plazo, modelos como el Clase S Coupé y Clase S Coupé parece también tener sus días contados debido a que sus ventas no acaban de coger el impulso necesario.
