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Citroën C4 Cactus

Citroën ya tiene listo su C4 Cactus para Sudamérica: ¿Qué diferencias tiene con el europeo?

Citroën ya ha presentado las primeras imágenes del C4 Cactus enfocado a latinoamérica y que a diferencia de la versión europea que se produce en nuestro país, este lo hará en la factoría brasileña de 'Porto Real'. No es baladí que se haya lanzado allí: aunque pueda parecernos lo contrario, después de China, latinoamérica es el segundo…
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Citroën C4 Cactus 2018: Adiós a los Airbumps, hola a los nuevos «amortiguadores progresivos hidráulicos»

El cacareado restyling para el Citroën C4 Cactus ya está aquí, y lo hace tal y como habíamos previsto, perdiendo una de sus principales señas de identidad como eran los Airbump, que se presentaron como un elemento revolucionario cuando el coche aterrizó en el mercado para lograr proteger la carrocería contra las agresiones típicas a las que está…
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Prueba: Citroën C4 Cactus e-HDI 92 CV ETG6 (equipamiento, comportamiento, conclusión)

Continuamos con la segunda entrega de la prueba que esta semana hemos hecho al vehículo con el que la francesa Citroën ha revolucionado la estética y funcionalidad del segmento de los crossover compactos. Nos referimos al C4 Cactus, al que en la primera parte de la prueba pudimos analizar en aspectos tales como el diseño, el habitáculo o la mecánica. Hoy nos adentraremos en el equipamiento tanto de serie como opcional que ofrece el Cactus en sus distintas versiones, y nos pondremos al volante durante un buen puñado de kilómetros para transmitirte las sensaciones que consigue producir un vehículo tan especial. Equipamiento La oferta actual del Cactus cuenta con cuatro posibilidades, dos gasolina y dos diésel. Las gasolina son las VTI de 82 CV con caja de cambios manual o manual pilotada; las diésel por su parte son la BlueHDi de 100 CV y cambio manual o la e-HDi de 92 CV con caja manual pilotada, esta última opción es la equipada en nuestra unidad de pruebas. Con el motor diésel de 92 CV podremos escoger entre las versiones de equipamiento Live, Feel, Feel Fine, Feel Cool y Shine, o bien optar por una de las dos series especiales que Citroën ofrece bajo el nombre de Feel Edition Hello y Shine Edition Moonlight. El acabado Live -17.850 euros- cuenta de serie con elementos como radio MP3 con 4 altavoces, luces diurnas LED, ESP+ASR y regulador de velocidad con limitador. El Feel -19.200 euros- añade el kit manos libres bluetooth, aire acondicionado, volante de cuero y barras en techo de color negro, el Feel Fine -19.430 euros- los faros antiniebla delanteros y rueda de repuesto y el Feel Cool -20.280 euros- climatizador, segunda toma de USB y llantas de aleación de 16 pulgadas. Por último, el acabado Shine -21.100 euros- incluye navegador, cámara de visión trasera, lunas traseras tintadas y radio MP3 con 6 altavoces. Si nos decantamos por alguna de las series especiales, deberemos escoger entre dos: Feel Edition Hello -20.400 euros- con equipamiento que incluye llantas de aleación de 17 pulgadas, barras en el techo y retrovisores de color blanco, climatizador, segunda toma de USB, faros antiniebla, bluetooth, rueda de repuesto, etcétera. La segunda opción es la serie Shine Edition Moonlight -22.050 euros-, que cuenta con cámara de visón trasera, navegador, climatizador, lunas traseras tintadas, faros antiniebla, bluetooth, barras de techo negras, llantas de 17 pulgadas, etcétera. Como puedes observar la oferta es amplia y escalonada, para que no sea difícil encontrar el equipamiento que más se adapte a nuestras necesidades. Si aun así fuera necesario acudir al catálogo de extras para completar alguna de las versiones, encontraremos elementos como el navegador -700 euros-, cámara trasera -500 euros-, sensores de aparcamiento traseros -500 euros-, rueda de repuesto -80 euros-, etcétera. No hay que olvidar que sobre todos los precios aquí expuestos la marca ofrece descuentos promocionales, por lo que la factura final puede reducirse hasta un 10 %. En el apartado de seguridad, el Cactus cuenta con 6 airbags, ESP, asistente a la frenada de emergencia, sensor de presión de los neumáticos, asistente de arranque en pendiente y fijaciones ISOFIX en los asientos traseros. Comportamiento Giramos la llave y el motor se pone en marcha transmitiendo al habitáculo una sonoridad ligeramente mayor a lo que la marca nos tiene acostumbrados, sobre todo hasta alcanzar la temperatura de servicio. Este detalle, junto a otros como el sonido de las puertas al cerrar denotan que la fabricación de este coche no sigue los estándares habituales, son más bien otros enfocados a reducir tanto los costes como el peso final del coche. En lo que al peso se refiere, los esfuerzos de Citroën han conseguido parar la báscula de este Cactus en cifras que rondan la tonelada, y eso es algo que tiene una relación directa con la dinámica y consumos de este crossover. Si hay algo que destaca en la conducción de Cactus es su agilidad con la que se mueve en todas las circunstancias, algo muy útil en nuestros desplazamientos urbanos. En ese escenario es donde el Cactus saca a relucir todos sus encantos, con un funcionamiento suave, una carrocería compacta y una maniobrabilidad y visibilidad excepcionales. En las maniobras de estacionamiento me ha resultado muy útil la cámara de visión trasera, excepto en circunstancias de poca luz como por la noche o en el interior de garajes, donde deja bastante que desear. El chasis se comporta bastante bien, y sus reacciones son predecibles y fáciles de controlar, incluso en circunstancias comprometidas. El motor de 92 CV se muestra muy capaz para mover un coche de la envergadura y peso del Cactus, no ofrece sensaciones deportivas, pero es suficiente para las circunstancias del día a día. El verdadero talón de Aquiles de este modelo es su caja de cambio manual pilotada, algo que por desgracia consigue ensombrecer en buena medida sus virtudes. Las transiciones entre marchas son desesperantemente lentas, lo que produce molestos tirones sobre todo en las marchas más cortas. Esta circunstancia nos deja algo vendidos en situaciones como incorporaciones comprometidas o al acceder a rotondas, momento en que las fases de ausencia de empuje pueden acabar con nuestra paciencia. Por ello el Cactus con cambio ETG es para aquellas personas que antepongan la comodidad de un cambio automático por encima del control sobre el vehículo y las sensaciones de conducción, el resto de mortales se deberán conformar �??jugando�?� con las levas fijas situadas tras el volante, que proporcionan algo más de control sobre lo que pasa bajo nuestros pies, pero que no consiguen solventar el problema de lentitud. El consumo es uno de los apartados donde el Cactus saca muy buena nota, con un consumo medio homologado de 3,5 litros a los 100 que se antoja difícil de lograr, pero que permite consumos medios reales poco por encima de los 4,5 litros, una cifra excelente. En ciudad es fácil mantenerlo por debajo de los 6 litros, y en carretera a velocidades moderadas sobre los 4 litros. Conclusión El Cactus ha irrumpido en el mercado como una alternativa moderna y original, en un segmento donde modelos como el Renault Captur hasta ahora campaban a sus anchas. Su diseño es controvertido, pero esa es precisamente la carta de presentación con la que consigue hacer girar muchas cabezas en la calle. El habitáculo está bien aprovechado y cuenta con soluciones ingeniosas, pero detalles como las ventanillas delanteras sin función de un toque, las traseras de tipo compás, el respaldo trasero de una pieza, etcétera no son propios de un coche que, como en el caso de nuestra unidad, sobrepasan la barrera de los 20.000 euros. El equipamiento prescinde de modernos elementos de asistencia al conductor y muestra alguna pequeña carencia, pero es completo en lo esencial y consigue una buena relación con el precio de venta. El precio de los elementos opcionales también es razonable. La mecánica es sencilla pero efectiva en un modelo que se caracteriza por su bajo peso, aunque es una pena que la caja de cambios no esté a la altura del resto de componentes, algo que consigue compensar la excelente cifra de consumos con la que este modelo se conforma. Es un modelo joven pero ambicioso, que tiene previsto ampliar en breve su oferta mecánica, y que seguro conseguirá hacerse con unas buenas cifras de venta, que ya han conseguido superar las primeras expectativas, una buena noticia para este crossover made in Spain. Citroën C4 Cactus e-HDi 92 CV ETG6
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Prueba: Citroën C4 Cactus e-HDI 92 CV ETG6 (diseño, habitáculo, mecánica)

Esta semana ponemos a prueba al último integrante de la familia C4 de Citroën, el Cactus. Este peculiar modelo viene con la intención de romper con lo establecido, ofreciendo alternativas que hasta ahora nunca se habían visto en un modelo de producción. Su carta de presentación es un diseño desenfadado, bajo peso, motores eficientes y soluciones innovadoras. Con ella pretende acercarse a un público eminentemente urbano, y competir en el cada vez más poblado segmento de los crossover compactos. Hemos tenido ocasión de ponernos al volante de la versión diésel de 92 CV con cambio automático ETG de 6 velocidades. A lo largo de esta prueba dividida en dos partes, trataremos de acercarte todos los detalles de este modelo, que Citroën fabrica en exclusiva en la madrileña planta que PSA tiene en Villaverde. Hoy le toca el turno al diseño, el habitáculo y la mecánica. Diseño El diseño es el aspecto más llamativo del Cactus, gracias a una imagen que mezcla el aspecto desenfadado con la robustez, una combinación que resulta muy llamativa en las distancias cortas y no deja a nadie indiferente. A lo largo de la prueba ha ido recogiendo opiniones para todos los gustos, desde gente a la que le ha encantado �??y le ha hecho fotografías como si se tratara de un vehículo exótico- hasta otra que opinaba que es horrible. Como en lo que a respecta a los gustos no hay nada escrito, que cada uno saque sus propias conclusiones; a mí en particular no es que me entusiasme �??sobre todo su trasera-, pero he de reconocer que me gusta cuando un modelo se sale del guión establecido en sus segmento y ofrece una alternativa original. Sus dimensiones son 4,16 metros de largo, 1,73 metros de ancho y 1,48 metros de alto. Como veis, son unas cifras bastante contenidas, y es que la estética del Cactus lo hace parecer más grande de lo que los datos muestran. La distancia entre ejes es de 2,59 metros. El frontal es la parte más lograda, ya que ubica sus ópticas de una forma muy llamativa, que recuerda al C4 Picasso. Tiene unas formas muy redondeadas, y agrupa la iluminación a media altura, en una zona rodeada por una protección plástica, a excepción de las luces de circulación diurna, que cuentan con tecnología LED y están dispuestas en la zona más alta del paragolpes, lo que le confiere una mirada muy característica. Si nos fijamos en el lateral, es imposible no concentrar nuestra mirada en las enormes protecciones con las que cuentan las puertas, se llaman Airbumps y son una de las novedades que presenta el Cactus. Su funcionamiento es sencillo, ya que se trata de unas burbujas de plástico llenas de aire que sirven para amortiguar los golpes típicos que se producen en las ciudades, como los producidos por bolardos, puertas de otros coches, etcétera. Nuestra unidad contaba con llantas de aleación de 17 pulagadas, montadas en neumáticos 205/55. Las carcasas de los retrovisores y las barras longitudinales del techo muestran un contraste en color blanco que le sienta bien a la estética general del coche. La zona trasera es la que menos me ha convencido, con un excesivo recubrimiento de plástico �??que no cuenta con sentido práctico- y unos pilotos traseros, de diseño cuadrado y ubicados por debajo de la línea de cintura del coche, algo que no aporta precisamente dinamismo al aspecto final. Como parte de su personalización, podremos configurar nuestro Cactus con hasta nueve colores diferentes, y combinarlos con cuatro colores de Airbumps. Habitáculo Al abrir las puertas del Cactus seguimos encontrando novedades. La primera es la disposición de los asientos delanteros como una banqueta única; esto es solo apariencia, ya que en realidad los asientos son individuales y la zona central no es habitable. No encuentro mucho sentido a esta disposición porque condena el hueco entre los asientos, habitualmente aprovechado para ubicar posavasos o compartimentos. Tampoco me gusta la ubicación y manejo de la voluminosa palanca para el freno de estacionamiento, con lo limpio que queda el diseño sin palanca de cambios es algo que se podía haber evitado. Esta configuración es exclusiva de las variantes con cambio automático, ya que las manuales sí tienen hueco entre los asientos delanteros, lugar donde ubica una palanca de freno de estacionamiento convencional. Otra de las novedades es el diseño del salpicadero, que incluye una guantera de gran capacidad que es posible gracias a que el airbag del copiloto se ubica en el techo y se despliega desde arriba. El tamaño de la guantera se agradece, pero yo hubiera preferido una más pequeña y poder incluir la salida de aire de la climatización para el pasajero. El puesto de conducción es cómodo y cuenta con buena visibilidad en todos los ángulos. Tras el volante multifunción �??que no permite ajuste de profundidad- se encuentra un display rectangular que nos indica información sobre la velocidad, la marcha engranada y el control de crucero. El resto de funciones se controlan desde la pantalla central, lo que permite que se prescindan de la mayoría de botones que normalmente nos encontramos en el salpicadero. La pantalla de manejo táctil sirve para el manejo del climatizador, ordenador de a bordo, sistema de audio, navegación y teléfono. Su manejo es sencillo e intuitivo, pero hay determinadas tareas habituales que requieren apartar demasiado la atención de la carretera. El cambio automático se controla de una forma sencilla desde tres botones situados en la consola central �??D,R y N-, y  también permite su accionamiento en modo secuencial desde las levas situadas tras el volante. Las plazas traseras cuentan con espacio suficiente tanto para las rodillas como para la cabeza de adultos, aunque la anchura del coche limita el espacio para los hombros de tres ocupantes. Como parte de la estrategia e ahorro de peso, se ha prescindido de la apertura de las ventanillas traseras, que a cambio incluyen un sistema de apertura lateral de tipo �??compás�?�. El maletero tiene una capacidad de 354 litros repartidos en una superficie de formas regulares y bien aprovechables. Bajo la tablilla contamos con una rueda de repuesto de tipo galleta -opcional-. El respaldo de los asientos traseros se puede plagar para aumentar el espacio de carga, pero tiene dos inconvenientes: solo se puede bajar de una pieza y el espacio que deja no es plano, sino que cuenta con un pronunciado escalón. Mecánica La unidad probada contaba con el bloque de aluminio de 1,6 litros diésel e-HDI, con una potencia de 92 CV a 3.750 RPM y un Par motor de 230 Nm a 1.750 RPM. Este propulsor permite al C4 Cactus una aceleración de o a 100 en 11,4 segundos y una velocidad máxima de 176 km/h. Como podéis ver, sus cifras no son de infarto, pero a cambio ofrece un consumo de combustible muy contenido, que homologa una cifra en ciclo mixto de tan solo 3,5 litros a los 100 km. Cuenta con un sistema start&stop que funciona de forma muy satisfactoria, parando el motor antes incluso de que nos detengamos por completo, y arrancándolo en décimas de segundo en cuanto restamos presión al pedal de freno para reanudar la marcha. La potencia se transmite al eje delantero a través de una caja automática �??o mejor dicho, manual pilotada- de seis velocidades. El manejo de este tipo de cambio es realmente sencillo, pero su funcionamiento deja mucho que desear por lo lentas que resultan las transiciones entre marchas, un defecto muy acusado sobre todo en el cambio de primera a segunda y de segunda a tercera. El eje delantero cuanta con frenos de disco y suspensión de tipo McPherson, dejando la trasera en manos de un eje de torsión y unos anticuados frenos de tambor. En la segunda parte de la prueba podremos ver cómo se comportan todos estos elementos mecánicos en nuestra prueba de conducción, con especial interés a los consumos reales que se pueden obtener en el día a día. También analizaremos sus distintas versiones de equipamiento y precios para nuestro país. ¡no te la pierdas!
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