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Volvo XC60

Nuevo Volvo XC60, llega el crossover sueco por antonomasia

Que Volvo nos ha tenido en vilo durante más de un mes con el Volvo XC60 no es ningún secreto. Y es que todos hemos visto cómo la marca sueca ha ido dejando hasta casi unos días antes de la apertura de Ginebra la puesta en escena del que es ya el crossover por excelencia de la marca sueca. Aquel con el que competirán en el grueso del mercado de…
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El nuevo Volvo XC60 será eléctrico, lo veremos en 2019

Volvo ha anunciado de manera oficial que a finales de década arrancarán la comercialización del primer modelo cien por cien eléctrico de la marca, confirmando así los rumores que ya llevaban sonando tiempo atrás y que dejan por fin vía libre a un proyecto que está levantando ya gran interés, y que llega obviamente empujado por el tremendo auge…
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Prueba: Volvo XC60 D4 FWD 181 CV (equipamiento, comportamiento, conclusión)

Una vez analizados aspectos tan importantes como el diseño, el habitáculo y la mecánica del Volvo XC60, seguimos adelante con la prueba para conocer su precio y equipamiento, prestando especial atención a sus elementos de seguridad, una apartado clave en la firma sueca. También habrá espacio para conocer su comportamiento sobre toda clase de terrenos, y conocer los consumos reales que arroja el nuevo propulsor de dos litros que se aloja bajo el capó. Si todavía no has leído la primera parte de la prueba puedes echarle un vistazo aquí. Equipamiento El Volvo XC60 D4 tiene un precio de partida de 40.100 euros para la versión de cambio manual y de 42.615 para la automática de 8 velocidades. Si optamos por la tracción a las cuatro ruedas los precios son de 42.500 y 45.000 euros respectivamente. El modelo que nos ocupa es el de dos ruedas motrices y cambio automático, que de serie equipa ??acabado Kinetic- climatizador bizona, cuatro elevalunas eléctricos, control de crucero, volante multifunción y palanca de cambios en cuero, luces diurnas LED y llantas de aleación de 17 pulgadas. En lo que a seguridad se refiere, el XC60 viene equipado con 6 airbags, sistema City Safety para la prevención de colisiones en ciudad, ayuda al arranque en pendiente, sistema de protección de impactos laterales y latigazos cervicales, anclajes ISOFIX, asistencia a la frenada de emergencia, control dinámico de estabilidad y tracción, control de presión de neumáticos, etcétera. El equipamiento es bastante completo desde la versión básica en el apartador de la seguridad, aunque en un coche que supera los 40.000 euros se echan en falta elementos como los sensores de lluvia y luz, la toma de USB, bluetooth o acceso y arranque sin llave. Por 2.263 euros más podemos optar por el acabado Momentum, que añade al equipamiento anterior sensores de aparcamiento trasero, sensor de luces y lluvia con sistema de detección de túnel, retrovisor interior con antideslumbramiento automático, bluetooth, USB, equipo de sonido de alto rendimiento, consola central en aluminio grafito y volante de tres radio con inserciones metálicas. Para los más exigentes existe el acabado Summum -5.231 euros- que añade el panel de instrumentos digital, llantas de aleación de 18 pulgadas, asiento del conductor con ajuste eléctrico, tapicería de cuero, conexión para iPod, etcétera. Las capacidades de personalización no terminan ahí, ya que podemos equipar nuestro Volvo con el acabado deportivo R-Design con las versiones Kinetic y Momentum, así como infinidad de paquetes preconfigurados de equipamiento donde destacan el IntelliSafe Pro -2.263 euros-, el Pack Light -1.383 euros- o el Pack Security -1.383 euros-. Como elementos opcionales destacados tenemos los faros de xenón -1.446 euros-, alarma antirrobo -540 euros-, navegador -1.069 euros-, portón trasero eléctrico -503 euros- o levas en el volante para el cambio de marchas -176 euros-. Comportamiento El XC60 es  un vehículo que destaca por su confort y gran calidad de rodadura, es un auténtico devorador de kilómetros donde el conductor no sentirá fatiga gracias a un puesto de conducción excelente. El nuevo propulsor del D4 con 181 CV es suave, silencioso y equilibrado, perfecto para mover con soltura este SUV, en el que prácticamente tenemos las mismas impresiones que al conducir un turismo. El cambio automático de 8 velocidades tiene un funcionamiento suave y agradable, y las transiciones entre marchas se realizan de forma rápida e imperceptible para el conductor. Tiene un modo deportivo que se selecciona moviendo la palanca hacia el lado izquierdo y también cuenta con la opción de ser manejado desde las levas situadas tras el volante. Esta última opción es la menos he utilizado porque 8 relaciones se me antojan demasiadas para ser manejadas con comodidad de forma secuencial. Una de las principales diferencias es su suspensión, con una configuración tirando a blanda, que hace que aparezcan ciertos movimientos de balanceo en curvas enlazadas y de cabeceo en carreteras con firme irregular. No obstante esto no perjudica en exceso el comportamiento del XC60, que si bien no puede catalogarse como ágil sí que se defiende con mucha soltura y aportando al conductor una gran sensación de control y seguridad. Para ello se alían de forma excepcional el control de estabilidad y tracción y el ??Corner Traction Control?, que actúa sobre el freno de la rueda trasera interior para mejorar la tracción en nuestro paso por curva. Nuestra unidad equipaba el sistema de chasis activo ??Four-C?, que permitía configurar el vehículo con los modos COMFORT, SPORT y ADVANCED con tan solo accionar una botonera situada junto a la palanca de cambios. Las diferencias entre los distintos modos no son muy grandes, pero si suficientes para adecuar los parámetros del coche a nuestra conducción. El modo SPORT es válido para cualquier circunstancia del día a día, y únicamente he accionado el modo COMFORT para rutas largas en vía rápida. El ajuste más deportivo -ADVANCED- mejora la agilidad del coche en tramos con curvas enlazadas, pero no es un ajuste radical como para que resulte incómoda su conducción. El equipamiento tecnológico es abrumador en lo que a asistencias a la conducción se refiere, y la combinación de todos esos elementos dan como resultado una sensación de seguridad excepcional. Destacan el control de crucero adaptativo, el reconocimiento de señales de tráfico, el detector de ángulo muerto y de tráfico cruzado en maniobras de marcha atrás o el detector de peatones con frenado automático. Mención especial merecen los faros de xenón activos con luz de carretera automática, que convertían en un placer la conducción nocturna, aunque he de decir que en más de una ocasión otros conductores me han advertido de que deslumbraba. El coche homologa un consumo medio de 4,7 litros a los 100, que son más bien unos seis litros con conducción normal a ritmos legales. En ciudad se acerca a los 7 litros, lo que lo convierte en bastante ahorrador con respecto a la anterior versión de cinco cilindros. Tras una semana de pruebas el indicador de consumos marcaba un consumo medio de 6,7 litros, tras haber alternado todo tipo de conducciones y terrenos, una cifra realmente buena para un coche de su potencia y dimensiones. El hecho de contar con un solo eje motriz influye de manera determinante en sus cualidades fuera del asfalto, y eso es algo que ya advertimos al comienzo de la prueba. Aun así su suspensión elevada y confortable nos permiten circular sin ningún problema por pistas de tierra en buen estado, y a sortear ciertos obstáculos siempre que no existan dificultades para traccionar y respetemos sus limitaciones físicas, sobre todo la de la altura libre al suelo. Si nuestras expectativas camperas son mayores tendremos que decantarnos por la versión AWD de cuatro ruedas motrices, con la penalización en temas de consumo que ello supone. Conclusión Estamos ante una de las alternativas más atractivas en el segmento de los SUV Premium de tamaño medio. Un diseño elegante, un habitáculo espacioso que rebosa calidad y un moderno propulsor de cuatro cilindros y 181 CV son las armas más contundentes con las que cuenta este Volvo. Tampoco podemos olvidarnos de una dotación en materia de seguridad de primer orden, algo que siempre se ha considerado una prioridad desde la marca sueca. El equipamiento de serie tiene bastantes carencias que tendrán que ser solventadas a golpe de billetera, pero eso es algo que comparte con sus marcas competidoras, por lo que no es un motivo de distinción entre ellas. Su comportamiento es equiparable al de una berlina de gama alta, con el añadido de una carrocería adaptada a pequeñas incursiones fuera del asfalto, una opción realmente equilibrada. Volvo XC60 D4 FWD
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Prueba: Volvo XC60 D4 FWD 181 CV (diseño, habitáculo, mecánica)

Incardinado en uno de los segmentos con más auge de los últimos años, y con sus equivalentes alemanes como principales competidores, el Volvo XC60 se postula como una de las alternativas más atractivas para todos aquellos amantes de la estética SUV que no quieren renunciar a la comodidad y comportamiento de una berlina tradicional. La calidad de sus acabados, su seguridad y la estética diferenciadora son los principales valedores de este modelo que hace algo más de un año recibió un lavado de cara, junto al S60, para adecuarlo al nuevo lenguaje de diseño de la firma sueca, al mismo tiempo que actualizaba varias de sus motorizaciones. Para esta prueba hemos contado con un modelo equipado con el motor diésel D4 de 181 CV, cambio automático y tracción al eje delantero, una opción a tener en cuenta si las cualidades off-road no son nuestra prioridad, pero que se muestra capaz de darnos alguna que otra alegría fuera del asfalto. Diseño Tras su lavado de cara, y hasta que Volvo decida incorporarle el novedoso diseño recientemente estrenado en el XC90 ??que ha tenido una gran acogida, por cierto-, el diseño del XC60 se caracteriza por su sobriedad y elegancia, con líneas suaves y fluidas pero enfatizadas en zonas claves para dotarlo de ese toque deportivo que Volvo está dando a sus últimos modelos. No obstante, para el cliente que desee una imagen aún más deportiva se encuentra disponible el acabado R-Design, que le da un toque más agresivo gracias a las modificaciones de carrocería en interiores y a unas llantas de aleación específicas de 18 pulgadas. En el frontal, destacan sus ópticas redondeadas, ubicadas en lo alto de un paragolpes de gran tamaño, que integra una gran calandra con el logotipo de la marca. Las luces diurnas son de tipo LED, y están dispuestas de forma vertical bajo la iluminación principal. La parte baja está reservada para una entrada de aire de corte horizontal y una protección de bajos plateada que contrasta con el resto de la carrocería. El capó traslada el diseño del frontal gracias a unas marcadas formas y ondulaciones, que lo atraviesan longitudinalmente hasta fundirse con el primero de los pilares, que cuenta con una inclinación bastante acusada. En la vista lateral apreciamos como una suave nervadura da continuidad a la línea a través de la parte superior de las puertas, hasta llegar a la zona de los pilotos. Desde esta vista, las contundentes llantas de 18 pulgadas con neumáticos 235/60/R18 pueden parecer hasta pequeñas debido a los prominentes pasos de rueda. La zaga tiene un ADN 100% Volvo, con los pilotos LED descendiendo desde la línea del techo a ambos lados de la luna posterior hasta que ensanchan para destacar su marcada línea de cintura. En esta versión se equipa una doble salida de escape situada a ambos lados de un difusor plateado. Sus dimensiones son 4,64 metros de largo, 1,89 metros de ancho, 1,71 metros de alto, con una batalla de 2,77 metros. Es un centímetro más largo, tres más ancho y 23 más alto que la berlina S60, con la que comparte la distancia entre ejes. Habitáculo La calidad y esmero con la que está construido este coche se aprecia desde el mismo momento en que accedemos a su habitáculo y cerramos la puerta, que nos devuelve un sonido redondo que denota un ajuste perfecto. Los asientos tienen un diseño moderno y elegante, y en nuestra unidad tanto estos como la moqueta reciben un bonito color beige con el que hay que tener cuidado porque se ensucia con bastante facilidad. El salpicadero está construido con plásticos blandos y agradables al tacto. Si miramos al frente nos encontramos con un volante en cuero bicolor y con inserciones metálicas con función de calefacción -251 euros-. El cuadro de instrumentos es totalmente digital y se puede personalizar con tres fondos diferentes según nuestros gustos. Las inserciones metálicas se extienden por las puertas, el pomo de la palanca de cambios y el borde de la ya tradicional consola flotante. La pantalla que preside la consola muestra información sobre la radio, sistema multimedia, navegador y demás elementos del vehículo, desde donde se pueden configurar infinidad de parámetros. La pantalla tiene una  buena resolución, pero la ruleta desde donde se maneja ??además de desde el volante multifunción- está por detrás del intuitivo manejo que ofrecen los sistemas equipados en las marcas Premium alemanas, aunque tras un pequeño periodo de adaptación conseguimos un manejo bastante rápido. La postura de conducción es muy buena, ligeramente elevada con respecto a la que ofrece una berlina pero sin llegar a resultar incómodo. Tiene una buena visibilidad en todas las direcciones, algo a lo que ayudan los reposacabezas abatibles eléctricamente -188 euros- que los dejan enrasados con la altura del asiento posterior para mejorar la visibilidad por el retrovisor central cuando nadie ocupa esas plazas. La zona blanda del reposabrazos central queda demasiado retrasada y sin posibilidad de ajuste, por lo que no cumple su  función principal. La segunda fila de asientos es perfectamente válida para acomodar a tres adultos, tanto en espacio para las rodillas ??donde destaca- como para los hombros, aunque la plaza central hay sido diseñada pensando más bien en ser convertida en reposabrazos. Los asientos exteriores equipan un ingenioso sistema de elevación para acomodar a niños sin necesidad de acoplar un alza externa, de ese modo tanto los cinturones de seguridad como los reposacabezas son efectivos para ellos. El maletero de nuestra unidad contaba con portón eléctrico -503 euros-, que daba paso a un espacio de 495 litros, inferior al de un Audi Q5 o un BMW X3, aunque superior al del Mercedes GLK. La disposición hace que el espacio sea muy aprovechable, y como opción -125 euros- se puede equipar una práctica bandeja divisoria con sistema sujetabolsas. Si prescindimos de la segunda fila de asientos conseguimos un espacio de carga de 1.455 litros y un suelo totalmente plano. Mecánica Bajo las siglas D4 que decoran la tapa del maletero se esconde un propulsor diésel de cuatro cilindros, dos litros y 181 CV de potencia, con un Par de 400 Nm entre 1750 y 2500 RPM. Este bloque de aluminio es exclusivo de la variante con tracción delantera, ya que el modelo de cuatro ruedas motrices sigue equipando el bloque de cinco cilindros con igual potencia y 20 Nm más de Par, que también se diferencia por montar una caja de cambios automática de seis velocidades. En nuestro caso, la caja de cambios es la nueva de ocho relaciones, que ofrece un funcionamiento suave y preciso. También incluye llevas tras el volante para tomar el control del cambio, aunque con un número tan elevado de relaciones no es algo que resulte muy cómodo. El ruido del motor es prácticamente inapreciable desde el interior, tanto por la baja sonoridad que produce como por un excelente aislamiento acústico del habitáculo, sobre todo combinado con las ventanillas laterales laminadas ??forman parte del pack Security -1.383 euros- con el que contaba nuestra unidad de pruebas. En el aspecto prestacional, acelera de 0 a 100 en 8,5 segundos y alcanza una velocidad máxima de 210 km/h, todo ello homologando un consumo de combustible mixto de tan solo 4,7 litros a los 100 km. Estas cifras, propias de una berlina, no hacen sino poner de manifiesto la eficiencia de los nuevos propulsores de Volvo, cuyo comportamiento analizaremos en profundidad mañana en la segunda parte de la prueba. La dirección, de asistencia electrohidráulica, tiene un tacto preciso que aporta una gran sensación de seguridad, donde también influye el sistema de suspensión independiente en ambos ejes y el equipo de frenado con cuatro discos ventilados. Como opción -1.257 euros- se puede equipar el chasis activo ??Four-C? que permite al conductor modificar distintos parámetros del coche como el motor, la dirección o el sistema de tracción para adecuarlo a nuestras necesidades. Los modos de conducción disponibles con este sistema son COMFORT, SPORT y ADVANCED y se manejan desde una botonera situada junto a la palanca de cambios. Enlace: segunda parte de la prueba (equipamiento, comportamiento, conclusión)
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