La Federación Internacional del Automovilismo (FIA) ya lo anunció en su día, y una vez ha acabado la presente temporada ha llevado a cabo algo en lo que todo el mundo involucrado de lleno en la Fórmula 1, especialmente los constructores, están en contra. La FIA congeló ayer el desarrollo de los motores por un período de 10 años.
De todas formas se permitirán cambios mínimos y excepciones de cara a la modificación y adaptación de las nuevas tecnologías, aunque eso no impedirá que la competición reina que debería estar a la vanguardia de las más altas tecnologías quede relegada a unas limitaciones que van totalmente contra su filosofía.
Los constructores han propuesto que en unos años se permita hacer unas modificaciones más o menos notables en los propulsores, pero todo está en el aire. Lo que sí es seguro es que ahora los ingenieros no podrán desarrollar y evolucionar los propulsores, sino que todo se tendrá que centrar en la evolución de la aerodinámica, lamentablemente para todos los amantes de la competición.
Con esto se consigue una mayor igualdad a nivel de motores de cara a los próximos años, pero… ¿merce la pena a costar de estancarse tecnológicamente?
Vía: GPUpdate
