De la misma forma que Volkswagen cede una ocasión anual para que sus aprendices puedan plasmar todo su buen hacer sobre un vehículo, Skoda también hace lo propio de forma anual y para este año, sus aprendices han dejado volar su imaginación sobre la base del Skoda Karoq, creando un one-off descapotable que no veremos en la calle pero cuyo resultado es cuanto menos curioso.
Un grupo de 23 estudiantes especializados en siete áreas diferentes han sido los encargados de participar en el proyecto que ha necesitado de ocho meses para llevarse a cabo en su totalidad. Este grupo de estudiantes han tenido que asumir diferentes roles tales como mecánicos, especialistas en marketing, ingenieros, diseñadores de exteriores e incluso de interiores para poder dar forma al modelo final que ves en pantalla.
Como se puede apreciar en las imágenes, han mantenido la misma configuración de cinco puertas pero han prescindido del techo, pilar B y C, manteniendo las mismas cotas de la carrocería así como su frontal, estando la principal diferencia en su zaga, donde la han modificado en la zona del portón trasero dejándola en una posición elevada que permita reducir las turbulencias del aire y aumentar la comodidad para los ocupantes traseros.
Estéticamente, también cuenta con diferencias adicionales tales como los tiradores de las puertas iluminados, llantas de aleación procedentes del Kodiaq Sportline con los radios de color rojo y negro, mientras que en su habitáculo recibe unos asientos deportivos tapizados en color blanco y rojo.
Esta unidad cuenta con el mismo motor 1.5 TSI del Karoq de calle, con 150 CV de potencia, no habiendo mejorado sus prestaciones ni potencia.
