Mientras que los grandes fabricantes reservan los propulsores V10 para grandes deportivos o coches de lujo de un nivel adquisitivo muy alto, Acura parece querer darle la vuelta a la tortilla y conociéndolos, mejor dicho, conociendo a Honda, la pueden dar cuantas veces quieran.
Sin ni siquiera haber usado nunca propulsores V8, la división americana de lujo de Honda probará su propulsor V10 en el próximo Acura NSX, y es ahí donde se decidirá si finalmente implantan el motor en los demás modelos. Suena raro usar de conejillo de pruebas al que puede ser uno de los mejores superdeportivos de la historia del automóvil moderno, pero es evidente que serán muy diferentes.
De salir bien, Acura desarrollará propulsores similares pero con mucha menos potencia, es decir, oscilando los 300-400 caballos en las versiones más altas. ¿Por qué no usar un V6 o un V8, cuando es el rango de potencia adecuado para ellos? Tiene su explicación -o eso parece-, y es que mientras otras marcas apuestan por propulsores con menos cilindros y por ende menos estables, ésta sería capaz de sacar tales motores a un nivel menor para proporcionar esa estabilidad, suavidad e insonoridad que marcan la diferencia.
¿Qué veremos? Aún queda mucho, desde luego.
Vía: Leftlanenews
