En honor a su apellido, Ralf Zenz ha creado el prototipo Zenz que se presentará en el salón de Ginebra como la mejor combinación posible entre deportividad y eficiencia. El Zenz combina sueños imposibles con tecnología casi de competición para crear una auténtica bala que consume menos que cualquier híbrido.
A grandes rasgos, el Zenz monta un motor diésel de 140 caballos y pesa 760 kilos. La potencia contenida y el mínimo peso consiguen que alcance una velocidad superior a los 230 kilómetros por hora y conseguir un consumo irrisorio de 3 litros a los 100 kilómetros.
Evidentemente, para conseguir tales prestaciones que parecen imposibles han tenido que conseguir una aerodinámica mínima, sin usar espejos y prescindir de otras necesidades tales como manetines de puertas.
En Ginebra lo veremos, y quién sabe si irá más allá que un simple prototipo.
Vía: Autoblog