Corría un día soleado en Santa Mesa, California. Seguramente ni el dueño del BMW Serie 6 o del Range Rover -no en la foto- y por supuesto mucho menos el del Audi R8.
Todo ocurrió cuando al parecer el R8 golpeó la parte trasera del Range Rover, y que a su vez fue golpeado por detrás por el BMW Serie 6, haciendo un sándwich literal.
Este accidente de deportivos se suma al del Bugatti Veyron en el lago y al del Ferrari California, todos ellos con un final bastante desagradable.
Vía: Motor Authority